Enfermedades del tracto urinario en perros: síntomas, causas, tratamientos y peligros
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El sistema urinario canino: estructura anatómica y funciones básicas
El sistema urinario canino es fundamental para eliminar toxinas del cuerpo, mantener el equilibrio hídrico, regular la presión arterial y controlar numerosos procesos metabólicos. Los componentes clave de este sistema son los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Cada estructura cumple funciones complementarias, desde la formación de la orina hasta la excreción.
Los riñones están compuestos por millones de unidades de filtrado llamadas nefronas, que filtran la sangre . Estas nefronas filtran los desechos de la sangre, reabsorben agua y electrolitos esenciales y concentran los desechos en la orina. Una función renal saludable en los perros es vital no solo para la producción de orina, sino también para el equilibrio electrolítico, la regulación de la presión arterial y la producción de hormonas. Hormonas como la renina y la eritropoyetina están estrechamente relacionadas con la función renal.
La orina producida en los riñones se transporta a la vejiga a través de unos conductos delgados llamados uréteres. La vejiga es un órgano grande y muscular donde se acumula la orina. Los músculos lisos de la pared vesical tienen una estructura elástica que permite retener y expulsar la orina en el momento oportuno. Estos músculos trabajan en coordinación con el sistema nervioso, y síntomas como incontinencia urinaria, micción frecuente o dolor al orinar suelen indicar alteraciones en las señales de este grupo muscular.
La uretra es el conducto que une la vejiga con el exterior y es más larga en los machos y más corta en las hembras. Esta diferencia anatómica es el principal factor que explica por qué las infecciones del tracto urinario son más comunes en las hembras que en los machos. La uretra corta y ancha de las hembras facilita que las bacterias lleguen a la vejiga.
El buen funcionamiento del tracto urinario está directamente relacionado con la salud general del perro. Las alteraciones en este sistema no solo provocan problemas urinarios, sino que también pueden tener consecuencias graves como insuficiencia renal, desequilibrios electrolíticos, uremia y trastornos del sistema inmunitario . Por lo tanto, la detección y el tratamiento tempranos de las enfermedades del tracto urinario tienen un impacto directo en la esperanza de vida y la calidad de vida de los perros.

Los tipos más comunes de enfermedades del tracto urinario en los perros
Las enfermedades del tracto urinario en perros pueden surgir por diversos mecanismos. Dado que estas afecciones suelen presentar síntomas similares, un diagnóstico preciso requiere una evaluación experta. Las infecciones del tracto urinario, la formación de cristales y cálculos, la cistitis crónica, la incontinencia urinaria, las enfermedades prostáticas, los tumores de vejiga y las enfermedades renales son las afecciones más comunes de esta categoría.
Las infecciones del tracto urinario (ITU) son particularmente comunes en las perras y suelen desarrollarse cuando las bacterias viajan de la uretra a la vejiga. Si no se tratan, estas infecciones pueden extenderse a los riñones y causar afecciones graves como la pielonefritis. La inflamación de la vejiga, también conocida como cistitis, no solo se debe a una infección; también puede ocurrir como resultado de reacciones alérgicas, irritaciones químicas o cálculos que irritan la pared de la vejiga.
Los cálculos urinarios son un problema de salud importante en los perros. Los cálculos de estruvita, oxalato de calcio, ácido úrico y cistina son los más comunes. La formación de estos cálculos generalmente está relacionada con factores como el pH de la orina, la dieta, la predisposición genética y el consumo de agua. Con el tiempo, los cristales pueden unirse y formar cálculos, obstruyendo el flujo de orina y causando obstrucciones. La obstrucción urinaria es más común en perros machos debido a su uretra más estrecha y requiere intervención urgente.
Los tumores de vejiga son un grupo de enfermedades menos comunes, pero graves. El carcinoma de células transicionales (CCT), en particular, es un tipo de tumor agresivo que afecta el revestimiento de la vejiga. Los síntomas incluyen sangre en la orina, urgencia constante de orinar y dolor al orinar.
La siguiente tabla resume las enfermedades del tracto urinario más comunes en los perros:
TABLA: Tipos de enfermedades del tracto urinario en perros
Tipo de enfermedad | Descripción breve | Nivel de violencia |
Infección del tracto urinario (ITU) | Se produce cuando las bacterias viajan desde la uretra hasta la vejiga. | Medio |
Cistitis (inflamación de la vejiga) | Inflamación de la pared de la vejiga debido a una infección o irritación. | Medio |
Cálculos de estruvita | Un tipo de cálculo que se puede disolver fácilmente y generalmente está asociado con infecciones. | Medio |
Cálculos de oxalato de calcio | Cálculos duros que no se disuelven, asociados a la dieta y predisposición genética. | Alto |
Cálculos de urato/cistina | Se observa en trastornos metabólicos relacionados con la raza. | Alto |
Obstrucción uretral | Obstrucción completa del tracto urinario, especialmente en perros machos. | Muy Alto (Urgente) |
Tumores de vejiga (TCC) | Tipo agresivo de tumor que afecta la superficie de la vejiga. | Muy alto |

Síntomas comunes y señales de alerta temprana de enfermedades del tracto urinario
Los primeros signos de enfermedad del tracto urinario en perros suelen pasar desapercibidos para los dueños. Sin embargo, estos signos suelen permitir detectar la enfermedad antes de que progrese, y la intervención temprana puede acortar el tiempo de tratamiento y ayudar a mantener la salud general del perro. Los síntomas de la enfermedad del tracto urinario pueden variar desde características físicas de la orina hasta cambios de comportamiento.
El síntoma más común es la necesidad frecuente de orinar . El perro quiere ir al baño varias veces al día, pero la mayoría de las veces solo produce una pequeña cantidad de orina. Esto se debe a inflamación, irritación o formación de cálculos o cristales en la pared de la vejiga, lo que envía la falsa señal de que la vejiga está llena. Los dueños suelen describirlo como: "Mi perro va constantemente a la puerta, pero rara vez lo hace".
El dolor al orinar (estranguria) es una señal de alerta importante en los perros. El perro puede mostrarse inquieto al orinar, cambiar de posición repetidamente separando las patas o emitir sonidos similares a un gemido. Este síntoma se observa en casos de infección, cálculos u obstrucción.
La sangre en la orina (hematuria) es uno de los síntomas más significativos de infecciones del tracto urinario, cistitis, cálculos o tumores. La orina rosada, roja u oxidada debe tomarse en serio. En algunos casos, la sangre puede ser visible solo en la primera o la última gota.
Un cambio en el olor de la orina , especialmente si es fétido o fuerte, es un claro indicador de infección. En las infecciones urinarias bacterianas, el olor de la orina se intensifica considerablemente.
La incontinencia en el hogar puede deberse a un debilitamiento de los músculos de la vejiga o a trastornos neurológicos. Este síntoma es especialmente común en perras mayores y suele confundirse con una infección del tracto urinario.
Los cambios generales de comportamiento también son señales importantes. A medida que la enfermedad progresa, el perro puede experimentar debilidad, inquietud, insomnio, pérdida de apetito y mayor consumo de agua. Si la enfermedad del tracto urinario progresa a los riñones, pueden presentarse náuseas, vómitos y debilidad severa.
La siguiente tabla resume los primeros síntomas:
TABLA: Síntomas comunes de enfermedades del tracto urinario en perros
Síntoma | Explicación |
micción frecuente | El perro quiere salir a menudo pero orina poco. |
Dolor al orinar | Quejidos, inquietud, cambios de posición al orinar |
Sangre en la orina | Orina de color rosa, rojo o color óxido |
mal olor | Orina con olor fuerte, fétido o pútrido |
Incontinencia urinaria en casa | Pérdida de orina durante el sueño o el descanso |
Limpieza continua | Lamido excesivo de la zona genital del perro |
Aumento del consumo de agua | Síntomas de infección o daño renal |
Cambios de comportamiento | Inquietud, debilidad, no comer, aspecto deprimido. |
El reconocimiento temprano de estos síntomas puede prevenir que su perro desarrolle una enfermedad progresiva. El dolor al orinar, la presencia de sangre en la orina y la incapacidad total para orinar (obstrucción completa) requieren atención veterinaria inmediata .

Infección del tracto urinario (ITU) en perros: causas, factores de riesgo y mecanismo de desarrollo
Las infecciones del tracto urinario en perros son una enfermedad común que se desarrolla cuando las bacterias colonizan la vejiga y la uretra. La mayoría de las infecciones ocurren cuando las bacterias presentes de forma natural en los genitales externos del perro migran de la uretra a la vejiga. Esta afección se denomina "infección ascendente" y es más común en las perras debido a sus uretras cortas y anchas.
Las bacterias causantes más comunes incluyen especies de Escherichia coli , Proteus , Staphylococcus , Klebsiella y Enterococcus . Estas bacterias se adhieren a la pared de la vejiga y se multiplican, causando inflamación y alterando el pH de la orina. Este proceso se manifiesta con síntomas típicos como aumento del olor de la orina, dolor al orinar y micción frecuente.
Existen numerosos factores de riesgo para las infecciones urinarias. En perros mayores, el sistema inmunitario debilitado, la incontinencia urinaria y los desequilibrios hormonales aumentan el riesgo de infección. En las perras esterilizadas, la disminución de los niveles de estrógeno puede debilitar los músculos uretrales, lo que predispone a las infecciones. En los perros machos, el agrandamiento de la próstata puede reducir el flujo urinario y provocar una proliferación bacteriana excesiva en la vejiga.
Además, el bajo consumo de agua, la formación de cálculos y cristales, la diabetes, las enfermedades renales, los tumores y la obesidad también son factores importantes que aumentan el riesgo de infecciones urinarias. Los traumatismos, las irritaciones químicas y los productos de limpieza inadecuados pueden irritar las vías urinarias y provocar la aparición de infecciones.
A medida que la infección progresa, la pared de la vejiga se inflama, aumentando la cantidad de bacterias en la orina. Si no se trata, la infección puede extenderse a los riñones y convertirse en una afección grave como la pielonefritis. Esta afección puede presentarse con fiebre alta, vómitos, debilidad intensa y dolor de espalda en los perros, y requiere intervención inmediata.
El mecanismo de desarrollo de la ITU se produce básicamente en tres etapas:
Bacterias que entran en la uretra
Las bacterias llegan a la vejiga y se multiplican.
Inflamación de la pared de la vejiga y alteración del pH de la orina.
Por tanto, el objetivo del tratamiento no es sólo eliminar las bacterias, sino también regular el ambiente urinario, mejorar la salud de la vejiga y eliminar los factores que predisponen a la infección.

Sangre en la orina (hematuria), micción frecuente y dolor al orinar: ¿qué significa?
La sangre en la orina (hematuria), la micción frecuente (polaquiuria) y el dolor al orinar (estranguria) son los tres signos más comunes de enfermedad del tracto urinario en perros. Estos síntomas suelen presentarse juntos y varían según la gravedad de la enfermedad subyacente. La hematuria puede presentarse en afecciones graves como irritación de los tejidos del tracto urinario, infección, fricción causada por cálculos, traumatismos o tumores.
La sangre en la orina puede ser visible a simple vista o solo microscópica. Un tono rosado indica una irritación leve, mientras que la orina de color rojo oscuro u óxido indica una afección más grave. En algunos casos, solo se puede observar una pequeña cantidad de sangre al principio o al final de la micción; esto es particularmente común en patologías de la uretra y el cuello vesical.
La micción frecuente se caracteriza por el deseo del perro de ir al baño a intervalos muy cortos. El perro adopta repetidamente la posición para orinar, pero produce muy poca orina. Esta afección se debe a la irritación de las terminaciones nerviosas de la pared vesical. La vejiga indica con frecuencia que debe vaciarse, incluso cuando no está llena. Esta irritación puede deberse a una infección, cistitis, cálculos urinarios o irritación de la pared vesical.
El dolor al orinar suele indicarse cuando el perro abre las patas, cambia de posición, mira hacia atrás, gime o permanece en posición de baño durante períodos prolongados al orinar. Este síntoma se produce debido a una obstrucción del flujo urinario o a una inflamación de la pared de la vejiga o la uretra. El dolor al orinar es uno de los primeros signos de una obstrucción grave, especialmente en perros machos.
Si estos tres síntomas se presentan juntos, la enfermedad no suele limitarse a una infección superficial. Los cálculos de estruvita u oxalato pueden irritar la pared de la vejiga, los depósitos de cristales en las vías urinarias pueden obstruir el flujo de orina, o los tumores en la vejiga pueden causar sangrado y dolor. Las infecciones que progresan a los riñones pueden incluir síntomas generales como fiebre, fatiga y pérdida de apetito.
Si la hematuria y la estranguria se presentan simultáneamente en perros machos, esto es particularmente alarmante en caso de obstrucción uretral . Si una obstrucción uretral impide el flujo urinario, puede provocar insuficiencia renal potencialmente mortal en un plazo de 12 a 24 horas . Por lo tanto, la disminución o el cese total de la micción en perros machos requiere una intervención urgente.
En resumen, si se detectan a tiempo síntomas como sangre en la orina, micción frecuente y dolor al orinar, muchas afecciones pueden controlarse rápidamente. Sin embargo, si se ignoran estos síntomas, pueden desarrollarse daño renal progresivo, cistitis crónica, retención urinaria u obstrucción uretral mortal.

Cálculos urinarios (estruvita, oxalato, urato): tipos, causas y procesos de formación
Los cálculos urinarios en perros se forman como resultado del aumento de la saturación mineral en la orina y la cristalización y agregación de estos minerales. Los cálculos de estruvita, oxalato de calcio, ácido úrico y cistina son los más comunes. Cada tipo de cálculo tiene su propio mecanismo de formación, factores de riesgo y enfoque de tratamiento. Identificar con precisión la estructura del cálculo es fundamental para personalizar el tratamiento.
Cálculos de estruvita (fosfato de magnesio y amonio)
Los cálculos de estruvita suelen estar asociados a infecciones. En particular, las bacterias producen enzimas que alcalinizan la orina, lo que provoca la rápida formación de cristales de estruvita. Estos cálculos son más comunes en las perras. Una ventaja significativa de los cálculos de estruvita es que pueden disolverse con dietas especiales y terapia con antibióticos.
Cálculos de oxalato de calcio
Los cálculos de oxalato de calcio son uno de los tipos de cálculos más comúnmente diagnosticados hoy en día. Estos cálculos no están asociados con infecciones ni se disuelven con la dieta. Su mecanismo de formación se asocia con un pH urinario bajo, trastornos del metabolismo del calcio, predisposición genética y consumo inadecuado de agua. Son comunes en razas como schnauzer miniatura, shih tzu, yorkshire terrier, caniche y bichón frisé. Estos cálculos suelen eliminarse quirúrgicamente o con técnicas especializadas.
Cálculos de ácido úrico (urato)
Los cálculos de urato se presentan en trastornos metabólicos hepáticos o en razas genéticamente susceptibles, como los dálmatas. Estos cálculos están asociados con el metabolismo de las purinas y se desarrollan en condiciones donde el pH de la orina es bajo. El tratamiento generalmente incluye dietas bajas en purinas, terapias alcalinizantes de la orina y ciertos medicamentos.
Cálculos de cistina
Aunque son poco frecuentes, los cálculos de cistina constituyen un problema genético grave. Son especialmente comunes en perros machos. Se producen debido a una reabsorción renal deficiente del aminoácido cistina y pueden requerir intervención quirúrgica.
Los factores que aumentan el riesgo de formación de cálculos incluyen el consumo inadecuado de agua, las dietas ricas en minerales, los cambios en el pH de la orina, las infecciones crónicas, la inactividad, la obesidad y la predisposición genética. Los cálculos pueden formarse no solo en la vejiga, sino también en los riñones y la uretra. Los cálculos uretrales son los más peligrosos; pueden causar una obstrucción que impida al perro orinar.
El diagnóstico de cálculos urinarios suele realizarse mediante radiografías, ecografías y análisis de orina. Los cálculos de estruvita suelen ser visibles en las radiografías, mientras que los de oxalato son más duros y, por lo tanto, más visibles. Los cálculos de urato, por otro lado, a veces son difíciles de ver en las radiografías y pueden requerir una ecografía.
El objetivo del tratamiento es determinar el método más adecuado según la estructura del cálculo. Si bien los cálculos de estruvita suelen disolverse con dieta y medicamentos, los cálculos de oxalato y cistina suelen requerir intervención quirúrgica. En caso de obstrucción, el cateterismo rápido y la cirugía de emergencia salvan vidas.

Formación de cristales y lodos urinarios en perros: Qué debes saber
La formación de cristales urinarios en perros es una señal de alerta importante de la aparición temprana de enfermedades del tracto urinario. Los cristales se forman cuando los minerales disueltos en la orina se acumulan y se concentran. Con el tiempo, estos cristales pueden unirse y formar cálculos o una acumulación espesa y fangosa llamada "lodo" dentro de la vejiga. Esto ralentiza el flujo de orina, irrita la pared vesical y facilita el desarrollo de infecciones.
La formación de cristales está relacionada con muchos factores, como el pH urinario, el consumo de agua, la composición de la dieta, la predisposición genética y el estado hormonal. Los cristales de estruvita suelen observarse en relación con infecciones y se forman al alcalinizar la orina. Los cristales de oxalato, por otro lado, se producen cuando el pH urinario es bajo y generalmente son difíciles de disolver. Los cristales de oxalato de calcio son uno de los tipos más comunes de cristales en perros y predisponen a la formación de cálculos.
El lodo urinario se produce cuando los cristales se condensan en la orina, formando una consistencia gelatinosa. Este lodo puede provocar la acumulación de sedimentos en la vejiga y causar una obstrucción. Debido a que la uretra es más estrecha, especialmente en los perros machos, la acumulación de lodo puede dificultar la micción. Esta afección suele manifestarse como una necesidad constante de orinar, goteo y dolor al orinar.
Si no se trata, la formación de cristales y lodos puede provocar complicaciones graves, como cálculos urinarios, engrosamiento de la pared vesical, cistitis crónica y daño renal . Por lo tanto, la detección temprana de cristales en la orina es crucial. El análisis de orina, el examen microscópico y la medición de la densidad urinaria son métodos de diagnóstico clave.
El tratamiento depende del tipo de cristal. Los cristales de estruvita se pueden disolver con una dieta adecuada y antibióticos, mientras que los cristales de oxalato requieren dietas especiales que aumenten el pH urinario. Aumentar la ingesta de agua es uno de los métodos más eficaces para reducir la formación de cristales. Los veterinarios suelen recomendar alimento húmedo, suplementos de agua y dietas especiales para riñones y orina.
Si la formación de cristales indica una predisposición crónica, el perro podría requerir vigilancia a largo plazo. Análisis de orina regulares, un manejo dietético adecuado y modificaciones del comportamiento para aumentar el consumo de agua pueden ayudar a controlar esta enfermedad.
Métodos de diagnóstico: análisis de orina, ecografía, radiografía, análisis de sangre y análisis de cultivos.
El diagnóstico preciso de las enfermedades del tracto urinario canino es fundamental para implementar con éxito un plan de tratamiento. Dado que los síntomas son similares en muchas afecciones, no se puede realizar un diagnóstico con base en un solo hallazgo; por lo tanto, es necesario un enfoque diagnóstico multifacético.
El análisis de orina es el método diagnóstico más básico. Esta prueba evalúa parámetros como la densidad urinaria, el pH, el nivel de proteínas, las células sanguíneas, la presencia de bacterias, cristales y glucosa. El examen microscópico de la orina es importante para identificar el tipo de cristales. Además, la turbidez, el olor y el color de la orina proporcionan información valiosa sobre la gravedad de la enfermedad.
La ecografía es muy eficaz para evaluar el grosor de la pared vesical, los cálculos, la acumulación de lodo, los tumores y la estructura renal. Permite identificar algunos tipos de cálculos que no son visibles en las radiografías. La inflamación crónica o las formaciones en la pared vesical, como los pólipos, también se pueden detectar fácilmente con la ecografía.
Las radiografías se utilizan principalmente para visualizar cálculos de oxalato de calcio y estruvita. Algunos tipos de cálculos (como los de urato) pueden no ser claramente visibles en la radiografía, en cuyo caso se prefiere la ecografía. Las radiografías también son invaluables para determinar el tamaño y la ubicación del cálculo, así como el riesgo de obstrucción.
Los análisis de sangre son esenciales para evaluar si la enfermedad se ha propagado a los riñones. Los niveles de urea (BUN), creatinina, SDMA y electrolitos indican la función renal. En presencia de una infección o enfermedad sistémica, se pueden observar niveles elevados de leucocitos, PCR o cambios en los niveles de glucosa.
El urocultivo es el método de referencia para el diagnóstico definitivo de una infección. Determina qué bacterias la causan e indica qué antibióticos serán eficaces. El urocultivo es esencial, especialmente en el caso de infecciones urinarias recurrentes.
El análisis de sedimentos consiste en examinar el sedimento obtenido mediante la centrifugación de la orina. Este análisis permite evaluar cristales, células, bacterias y moco. Es muy útil en afecciones como la cistitis crónica o la acumulación de lodos urinarios.
La evaluación combinada de estos métodos de diagnóstico revela claramente el origen de la enfermedad, lo que permite el desarrollo de un plan de tratamiento adecuado que aborde no sólo los síntomas sino también la causa subyacente.
Opciones de tratamiento para enfermedades del tracto urinario en perros: antibióticos, dietas y cuidados paliativos
El tratamiento de las enfermedades del tracto urinario en perros varía según el tipo de enfermedad, su gravedad y los factores de riesgo. El enfoque terapéutico suele ser multifacético e incluye tanto medicamentos como cambios en el estilo de vida.
El tratamiento con antibióticos es el primer paso en las infecciones bacterianas. Sin embargo, un cultivo de orina es ideal para determinar el antibiótico correcto. Se pueden utilizar antibióticos de amplio espectro para el tratamiento empírico, pero ajustar el tratamiento según los resultados del cultivo es mucho más eficaz y seguro. El tratamiento de las infecciones suele requerir un tratamiento con antibióticos de 7 a 14 días. En el caso de infecciones que se han propagado a los riñones, como la pielonefritis, este periodo puede extenderse a 4 a 6 semanas.
El control dietético es fundamental, sobre todo en la formación de cálculos y cristales. Los cálculos de estruvita se pueden disolver con fórmulas especiales de disolución. Estas fórmulas acidifican la orina y ayudan a disolver los cálculos. Se recomiendan dietas bajas en oxalato para los cálculos de oxalato, y fórmulas bajas en purinas para los cálculos de urato. Aumentar la ingesta de agua aumenta significativamente la eficacia de estas dietas.
Los analgésicos y antiinflamatorios pueden mejorar la comodidad de su perro durante el dolor al orinar y la inflamación de la vejiga. Sin embargo, estos medicamentos solo deben usarse bajo supervisión veterinaria, ya que algunos AINE pueden afectar la función renal.
Se pueden usar medicamentos alcalinizantes o acidificantes de la orina según el tipo de cálculo. Por ejemplo, los medicamentos que elevan el pH urinario son eficaces para los cálculos de urato, mientras que los cálculos de estruvita requieren una reducción del pH.
El cateterismo es un procedimiento de emergencia para la obstrucción uretral en perros machos. La rápida eliminación de la obstrucción previene el daño renal y complicaciones potencialmente mortales. Este procedimiento suele realizarse con sedación y se restablece el flujo urinario.
La intervención quirúrgica puede ser necesaria en caso de cálculos insolubles, tumores u obstrucciones recurrentes. Los cálculos de oxalato de calcio, en particular, suelen extirparse quirúrgicamente.
Los cuidados paliativos incluyen hidratación adecuada, nutrición adecuada, higiene, análisis de orina regulares y monitoreo continuo de la salud vesical. En perros con enfermedades crónicas, pueden ser necesarios cambios en la dieta a largo plazo y análisis periódicos.
El éxito del tratamiento depende de abordar correctamente la causa subyacente. Por lo tanto, la combinación de un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado es la estrategia más eficaz para la salud de su perro.
Enfermedades del tracto urinario en perros que requieren intervención de emergencia
Las enfermedades del tracto urinario en perros suelen responder bien al tratamiento si se detectan a tiempo; sin embargo, algunos casos son potencialmente mortales y requieren intervención inmediata. Estas afecciones presentan síntomas críticos, como excreción urinaria incompleta, sangrado profuso, dolor intenso y deterioro de la función renal. Retrasar la intervención inmediata puede provocar daño orgánico permanente o incluso la muerte en cuestión de horas.
La afección más peligrosa es la obstrucción uretral. Esta se observa con mayor frecuencia en perros machos debido a que sus uretras son más largas y estrechas. Pequeños cálculos, depósitos de cristales, lodo o inflamación pueden bloquear completamente el flujo de orina. Si un perro no puede orinar, está constantemente en posición de baño, pero no puede orinar en absoluto, esta afección requiere una evaluación urgente . Tras una obstrucción, aumenta la presión sobre los riñones y los niveles de potasio, lo que puede provocar arritmias cardíacas mortales en pocas horas.
La sangre roja oscura en la orina también es una señal de urgencia. Un ligero color rosado podría indicar infección o irritación, pero el sangrado rojo oscuro, coagulado o persistente sugiere un traumatismo grave, un tumor o una irritación grave por cálculos. En este caso, el perro requiere una evaluación inmediata.
El dolor intenso también es una señal urgente de enfermedad del tracto urinario. Si su perro gime fuerte al orinar, reacciona rápidamente al tocarle la parte baja del abdomen o tiene dificultad para moverse, la situación es más grave de lo esperado. El dolor puede deberse a una infección renal, una obstrucción por un cálculo o una irritación grave de la pared de la vejiga.
Fiebre alta, escalofríos, vómitos y debilidad intensa son signos de que la infección se ha propagado a los riñones. Esta afección se denomina pielonefritis, y los síntomas del tracto urinario acompañados de fiebre alta requieren atención veterinaria inmediata.
Si su orina tiene mal olor, está turbia o contiene pus , esto indica que la infección ha progresado y que el sistema inmunitario está desarrollando una respuesta grave. Si este tipo de infección no se trata a tiempo, pueden desarrollarse afecciones potencialmente mortales, como la sepsis.
En situaciones de emergencia, el objetivo principal es restablecer el flujo urinario, controlar la infección, aliviar el dolor y preservar la función renal. Por lo tanto, si se presenta incapacidad para orinar, hematuria coagulada, dolor intenso o signos de colapso general, se debe consultar a un veterinario sin demora.
Métodos para prevenir la recurrencia de enfermedades del tracto urinario en perros
Las enfermedades del tracto urinario pueden conllevar riesgo de recurrencia incluso después del tratamiento. Por lo tanto, las medidas preventivas adecuadas son cruciales para la salud a largo plazo del perro. Las infecciones recurrentes, la cistitis crónica, la formación de cristales y el desarrollo de cálculos urinarios a menudo se pueden prevenir mediante prácticas ambientales, nutricionales y de higiene adecuadas.
Aumentar el consumo de agua es uno de los métodos más eficaces para mantener la salud del tracto urinario. Una ingesta adecuada de agua en los perros reduce la concentración de orina, previene la formación de cristales y dificulta la proliferación de bacterias en la vejiga. Productos como la comida húmeda y las fuentes para mascotas son muy eficaces para aumentar el consumo de agua.
Un programa de nutrición adecuado es fundamental para prevenir la formación de cálculos y cristales. Los perros propensos a los cálculos de estruvita deben consumir alimentos que mantengan la orina ácida, mientras que los perros propensos a los cálculos de oxalato deben consumir dietas bajas en oxalato. Para las razas propensas a los cálculos de urato, se recomiendan alimentos bajos en purinas. Por lo tanto, es fundamental diagnosticar con precisión el tipo de cálculo del perro y adaptar su dieta en consecuencia.
El análisis de orina regular ayuda a detectar enfermedades en sus primeras etapas. Se recomienda realizar análisis de orina cada 3 a 6 meses, especialmente en perros con antecedentes de cálculos, cristales o infecciones. Esta prueba evalúa el pH de la orina, la presencia de cristales y el riesgo de infección.
La limpieza genital reduce el riesgo de infección, especialmente en las perras. Dado que los genitales externos de las hembras facilitan la entrada de bacterias, una higiene adecuada es crucial. Además, la limpieza debe realizarse con mayor frecuencia en las perras que tocan tierra o barro con frecuencia al orinar.
El control de peso es un factor importante para prevenir la recurrencia de enfermedades del tracto urinario. Los perros obesos presentan una función vesical deficiente y un mayor riesgo de infecciones. El ejercicio regular favorece tanto la pérdida de peso como la salud metabólica general.
El manejo del estrés afecta indirectamente la salud del tracto urinario. Las hormonas del estrés pueden afectar el pH de la orina y la respuesta inmunitaria, un factor particularmente común en la cistitis crónica. En perros estresados, adaptarse a los cambios ambientales, establecer una rutina regular y usar estrategias de comportamiento positivas tienen un efecto protector.
Un bebedero limpio, un entorno de vida higiénico y las revisiones veterinarias regulares ayudan significativamente a prevenir enfermedades recurrentes. Para los perros propensos a enfermarse, los suplementos médicos recomendados por el veterinario (reguladores del pH urinario, probióticos, suplementos para la salud urinaria) brindan protección a largo plazo.
El efecto del consumo de agua, la nutrición y la higiene en la salud del tracto urinario en los perros
El consumo de agua, los hábitos alimenticios y la higiene juegan un papel decisivo en la salud del tracto urinario canino. Estos tres factores influyen directamente tanto en la aparición de la enfermedad como en su recurrencia después del tratamiento. El consumo inadecuado de agua y los malos hábitos alimenticios se encuentran entre las principales causas de las infecciones del tracto urinario y la formación de cálculos.
El consumo de agua es el factor más importante que determina la densidad de la orina. La orina concentrada provoca la formación de cristales, la irritación de la pared vesical y un mayor crecimiento bacteriano. Los perros necesitan aproximadamente entre 50 y 70 ml/kg de peso corporal al día. Esta necesidad es especialmente alta en perros alimentados con alimento seco. Métodos como el uso de alimento húmedo, bebederos y la adición de agua a la comida son muy eficaces para aumentar el consumo de agua.
La nutrición desempeña un papel fundamental en el desarrollo de enfermedades del tracto urinario. Los alimentos ricos en minerales, el exceso de sal y purinas, y una dieta desequilibrada alteran el pH urinario. La alcalinización de la orina aumenta la formación de cristales de estruvita, mientras que la orina excesivamente ácida predispone a la formación de cálculos de oxalato. Por lo tanto, se debe seleccionar la dieta adecuada según los resultados del análisis de orina del perro. Los alimentos para la salud urinaria recomendados por los veterinarios, junto con el equilibrio del pH y el manejo de minerales, reducen significativamente la recurrencia de la enfermedad.
La higiene reduce el riesgo de infección, especialmente en las perras. La estructura anatómica de las perras facilita la llegada de bacterias a la vejiga. Por lo tanto, mantener limpia la zona genital externa, evitar permanecer mucho tiempo tumbado sobre superficies sucias y limpiarse ligeramente después de los paseos son medidas preventivas. En los machos, la limpieza ocasional del prepucio puede prevenir la inflamación o la secreción.
Una higiene inadecuada, en particular, puede predisponer a la cistitis crónica o a infecciones recurrentes. La incontinencia urinaria en perros mayores aumenta aún más la necesidad de higiene; estos perros requieren limpiezas más frecuentes para prevenir la irritación de la piel y el riesgo de infección.
Cuando la nutrición, la higiene y el consumo de agua se consideran en conjunto, el riesgo de enfermedades se reduce enormemente si los dueños de perros realizan algunos ajustes simples pero efectivos en sus rutinas diarias para proteger la salud del tracto urinario.
Diferencias entre las enfermedades del tracto urinario en cachorros, adultos y perros mayores
Las enfermedades del tracto urinario pueden presentarse en perros de cualquier edad, pero el tipo, la gravedad y las causas varían según la etapa de la vida del perro. Los factores que afectan la salud del tracto urinario varían entre cachorros, perros adultos y perros mayores, por lo que el diagnóstico y el tratamiento requieren una evaluación específica para cada edad.
La causa más importante de enfermedades del tracto urinario en cachorros es la inmadurez de su sistema inmunitario. Por lo tanto, son más susceptibles a las infecciones. La mala higiene, la incontinencia urinaria frecuente y el contacto excesivo con el exterior, especialmente durante el entrenamiento para ir al baño, pueden predisponer a las infecciones. Además, dado que las anomalías congénitas del tracto urinario (uréteres ectópicos, estenosis anatómicas) son más comunes en cachorros, este grupo merece especial atención. Los síntomas suelen progresar rápidamente en los cachorros, y el diagnóstico temprano es crucial.
Si bien los perros adultos generalmente tienen menos riesgo gracias a su metabolismo activo y sus hábitos higiénicos regulares, la mala nutrición, la ingesta insuficiente de agua, el estrés y los desequilibrios hormonales pueden desencadenar enfermedades del tracto urinario. Las infecciones urinarias recurrentes, la incontinencia urinaria poscastración y la cistitis crónica son más comunes, especialmente en perras de mediana edad. En los machos adultos, el agrandamiento de la próstata puede afectar el flujo urinario y provocar una obstrucción.
La incidencia de enfermedades del tracto urinario aumenta significativamente en perros mayores . Con la edad, el sistema inmunitario se debilita y la debilidad muscular de la vejiga puede provocar incontinencia y retención urinaria. La disminución de la función renal en perros mayores puede provocar un aumento del volumen de orina y la formación de cristales/cálculos. Además, la incontinencia urinaria inducida por hormonas es un problema común en las perras mayores. Los tumores de vejiga son especialmente comunes en perros mayores y pueden presentarse con sangrado urinario.
La presentación de los síntomas puede variar en estos tres grupos de edad. Por ejemplo, en cachorros, las infecciones pueden progresar rápidamente y causar síntomas sistémicos como vómitos y fiebre, mientras que en perros adultos, los síntomas suelen ser más leves. En perros mayores, la enfermedad suele progresar de forma asintomática y se detecta en etapas posteriores.
Por lo tanto, siempre se debe tener en cuenta la edad del perro al evaluar las enfermedades del tracto urinario y el protocolo de tratamiento debe diseñarse de acuerdo con el grupo de edad.
Monitoreo en el hogar: Monitoreo del color, olor, frecuencia y cambios de comportamiento de la orina
Uno de los métodos más eficaces para la detección temprana de enfermedades del tracto urinario en perros es la monitorización regular en casa. El color, el olor y la frecuencia de la orina, así como el comportamiento del perro durante las deposiciones, indican claramente los primeros signos de muchas enfermedades. Interpretar correctamente estos signos es crucial para prevenir la progresión de la enfermedad.
El color de la orina es uno de los indicadores más inmediatos de la salud del tracto urinario. Un color amarillo claro generalmente se considera normal. La orina de color amarillo oscuro puede indicar deshidratación y una concentración excesiva de orina. La orina rosada, roja u oxidada indica hematuria y requiere atención veterinaria. Un aspecto turbio o lechoso puede indicar una infección, mientras que un aspecto purulento puede indicar una inflamación grave.
El olor de la orina puede proporcionar información sobre infecciones y trastornos metabólicos. La orina normal tiene un olor leve. La orina con un olor fuerte, similar al amoníaco o pútrido, indica infección o irritación por cálculos. Un olor similar a la acetona puede observarse en trastornos metabólicos graves, como la cetoacidosis diabética.
La frecuencia urinaria es uno de los indicadores más importantes de la salud de la vejiga. Un perro que orina con más frecuencia de lo habitual, orina en pequeñas cantidades cada vez o cambia de posición con frecuencia para ir al baño puede indicar problemas del tracto urinario. Por el contrario, una disminución en la frecuencia o la incapacidad total para orinar puede indicar una emergencia.
Los cambios de comportamiento suelen ser la primera señal de alerta que notan los dueños. La inquietud, los lloriqueos, los cambios de posición de las patas traseras al defecar, el lamido genital constante o la tendencia a sentarse en el suelo después de ir al baño son señales tempranas de problemas del tracto urinario. Los perros también pueden presentar comportamientos como deambular cerca de su dueño, buscar ayuda o sentir dolor al orinar.
Las rutinas de monitoreo que se pueden realizar en casa incluyen recolectar la orina en un recipiente o compresa y observar su color y cantidad, registrar la frecuencia con la que orina durante los paseos, monitorear el consumo diario de agua y registrar cualquier cambio significativo. Esta información proporciona valiosas pistas de diagnóstico para el veterinario.
Cuándo consultar al veterinario: umbrales críticos y señales de advertencia
Si bien algunos síntomas de enfermedades del tracto urinario canino pueden observarse y monitorearse en casa, otros requieren atención veterinaria inmediata. Conocer estos umbrales críticos es crucial para prevenir complicaciones graves. El retraso, especialmente en casos de retención urinaria, hematuria grave y daño renal, puede ser mortal.
En los siguientes casos, los dueños de perros deben consultar a un veterinario sin demora:
Incapacidad para orinar (anuria) : Este es el síntoma más peligroso. Puede deberse a una obstrucción uretral, cálculos, lodo o agrandamiento de la próstata. Esta afección puede ser potencialmente mortal en pocas horas.
Orina coagulada o de color rojo oscuro : esto podría ser un signo de traumatismo, un tumor o una inflamación grave.
Dolor intenso e inquietud : el perro puede temblar o cambiar de posición durante las deposiciones debido al dolor.
Fiebre alta : es un signo de que la infección se está propagando a los riñones (pielonefritis).
Vómitos y pérdida de apetito : pueden indicar que las funciones renales están afectadas.
Olor y turbidez de la orina que dura más de unos pocos días : aumenta la probabilidad de una mayor infección y formación de cálculos.
Beber agua constantemente y orinar con mucha frecuencia : esto puede ser un signo temprano de diabetes, enfermedad renal o infecciones crónicas.
Fatiga con incontinencia urinaria : Puede ser un signo de trastornos hormonales o neurológicos.
Cambios de comportamiento significativos en perros mayores : el silencio, el retraimiento o la interrupción del entrenamiento para ir al baño pueden indicar un problema grave de vejiga o riñón.
Las enfermedades del tracto urinario canino a veces pueden ser leves, pero pueden tener una causa subyacente grave. Por lo tanto, si los síntomas empeoran, se observa sangrado, dificultad para orinar o deterioro general de la salud, no se debe retrasar la consulta veterinaria.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Cuáles son los primeros signos de una infección del tracto urinario en los perros?
Los primeros signos suelen incluir ganas frecuentes de orinar, orinar en pequeñas cantidades, gemidos al orinar, lamido excesivo de la zona genital y un cambio notable en el olor de la orina. En algunos perros, la orina puede volverse rosada o ligeramente turbia. Los síntomas pueden ser sutiles en las primeras etapas, por lo que es importante que los dueños vigilen atentamente cualquier cambio de comportamiento.
¿Siempre es peligroso ver sangre en la orina de un perro?
Sí, la sangre en la orina siempre es motivo de investigación. La orina ligeramente rosada a veces puede deberse a una simple irritación, pero la orina de color rojo oscuro, los coágulos o el sangrado persistente pueden indicar afecciones graves como cálculos, tumores o infecciones graves. La situación es especialmente urgente cuando la sangre en la orina y el dolor se presentan simultáneamente.
Mi perro va al baño pero nunca orina ¿qué significa esto?
Esta afección suele indicar una obstrucción uretral y es especialmente peligrosa en perros machos. Los cristales, cálculos o lodo pueden obstruir completamente la uretra. La excreción completa de orina puede provocar insuficiencia renal y arritmias cardíacas en pocas horas. Esta afección requiere intervención inmediata.
¿Qué causa las infecciones del tracto urinario en los perros?
La causa más común son las bacterias. Estas se desplazan desde los genitales externos hasta la uretra y luego a la vejiga, causando una infección. El riesgo es mayor en las perras debido a su uretra más corta. Además, la ingesta insuficiente de agua, la formación de cálculos y cristales, la diabetes, la obesidad y la mala higiene contribuyen al desarrollo de la infección.
¿La infección del tracto urinario en los perros desaparece por sí sola?
No. Las infecciones no desaparecen por sí solas y, si no se tratan, pueden propagarse a los riñones. Si no se tratan a tiempo, pueden desarrollarse cistitis crónica, cálculos renales y daño renal grave. Por lo tanto, es necesario un examen veterinario en cuanto aparezcan los síntomas.
¿Cómo reconocer los cálculos urinarios en los perros?
Micción frecuente, dolor al orinar, sangre en la orina, inquietud al orinar, goteo de orina y cambios constantes de postura son signos de cálculos urinarios. Algunos perros sienten dolor al palpar el abdomen. El diagnóstico definitivo se realiza mediante ecografía y radiografías.
¿Qué razas de perros son más propensas a tener cálculos urinarios?
Razas como los schnauzer miniatura, los shih tzu, los yorkshire terrier, los caniches, los bichones frisé, los dálmatas y los bulldogs son más propensas a desarrollar cálculos urinarios. Sin embargo, estos pueden presentarse en cualquier raza; la ingesta de agua, la dieta y la edad son factores importantes.
¿Son peligrosos los cristales en la orina?
Si no se detectan a tiempo, los cristales pueden convertirse en cálculos. También pueden formar lodo urinario, causando una obstrucción uretral. Los perros machos tienen mayor riesgo de obstrucción. Por lo tanto, es necesario controlar los cristales.
Mi perro se lame a menudo ¿cuál podría ser la razón?
El lamido excesivo de la zona genital suele ser señal de infección, irritación, formación de cristales o dolor. Cuando un perro siente dolor, busca alivio limpiándose la zona. El lamido repetido es una señal temprana de enfermedad del tracto urinario.
¿Cómo se produce una infección del tracto urinario en un perro?
La transmisión no suele ser externa. La infección suele desarrollarse cuando las bacterias del perro se multiplican en zonas inadecuadas. Tener genitales externos sucios, dormir en suelos sucios o estar en entornos con alta carga bacteriana aumenta el riesgo.
¿Existe alguna solución que pueda dar en casa para las enfermedades del tracto urinario?
No es una enfermedad que se pueda tratar en casa. Aumentar el consumo de agua puede ser beneficioso, pero los antibióticos, la dieta o los tratamientos médicos siempre deben ser recetados por un veterinario.
Mi perro empezó a perder orina dentro de casa, ¿cuál podría ser la razón?
La incontinencia urinaria puede deberse a una infección del tracto urinario, debilitamiento de los músculos de la vejiga, envejecimiento, desequilibrio hormonal o problemas neurológicos. La incontinencia hormonal es particularmente común en perras mayores.
¿Es posible disolver los cálculos que afectan el tracto urinario?
Los cálculos de estruvita pueden disolverse con una dieta especial y antibióticos. Sin embargo, los cálculos de oxalato de calcio, cistina y la mayoría de los cálculos de urato no se disuelven y pueden requerir cirugía.
Mi perro grita cuando hace pis ¿es peligroso?
Sí. Chillar o gemir al orinar indica dolor intenso. Esto podría ser señal de una infección, cistitis grave, irritación de las vías urinarias o una obstrucción.
La orina de mi perro huele mal ¿qué debo hacer?
Un olor fétido, fuerte o pútrido en la orina suele ser un signo de infección. En este caso, se debe realizar un análisis de orina y, si es necesario, un cultivo.
¿La obstrucción urinaria sólo se presenta en perros machos?
No, pero es mucho más común en perros machos. La uretra estrecha y larga aumenta el riesgo de obstrucción. En las hembras, la acumulación de cálculos o lodos también puede causar obstrucción, pero la incidencia es menor.
¿Pueden ser mortales las enfermedades del tracto urinario en los perros?
Sí. Si no se trata, la infección puede propagarse a los riñones, provocando obstrucción uretral, insuficiencia renal y sepsis. La intervención temprana salva vidas.
¿Cuantos días se necesitan para sanar las enfermedades del tracto urinario?
Las infecciones simples pueden desaparecer en 5 a 10 días. El tratamiento para cálculos, obstrucciones o daño renal puede tardar semanas.
¿La incontinencia urinaria en los perros es permanente?
La incontinencia hormonal suele controlarse con medicamentos. Los problemas estructurales pueden requerir cirugía.
¿Por qué las infecciones del tracto urinario son más comunes en las perras?
La estructura corta y ancha de la uretra permite que las bacterias lleguen fácilmente a la vejiga. Esta característica anatómica aumenta el riesgo de infección.
Mi perro bebe mucha agua y orina mucho ¿qué significa esto?
Esto podría ser un signo de infección, enfermedad renal, diabetes o desequilibrios hormonales. Es necesario realizar análisis de sangre y orina.
¿Qué es mejor: rayos X o ecografía para enfermedades del tracto urinario?
Depende del tipo de cálculo. Si bien los cálculos de oxalato son claramente visibles en radiografías, algunos se identifican mejor con ecografía. A menudo, ambos métodos se combinan.
¿Cuándo se debe realizar un cultivo de orina en perros?
En casos de infecciones recurrentes, falta de respuesta al tratamiento y sospecha de infección complicada, se debe realizar cultivo.
¿Las enfermedades del tracto urinario son contagiosas en los perros?
Generalmente, no. La enfermedad suele desarrollarse cuando las bacterias del perro se multiplican en zonas indebidas. Sin embargo, algunas infecciones bacterianas pueden sobrevivir durante largos periodos en superficies contaminadas.
¿Es posible prevenir completamente las enfermedades del tracto urinario en los perros?
El riesgo no se puede eliminar por completo, pero la tasa de recurrencia se puede reducir en gran medida con una nutrición adecuada, consumo de agua, higiene, controles regulares y una gestión ambiental correcta.
Fuentes
Asociación Médica Veterinaria Estadounidense (AVMA)
Colegio Americano de Medicina Interna Veterinaria (ACVIM)
Manual veterinario de Merck
Clínica Veterinaria Mersin Vetlife – Abrir en el mapa: https://share.google/XPP6L1V6c1EnGP3Oc




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