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Hígado graso (lipidosis hepática) en gatos

  • Foto del escritor: VetSağlıkUzmanı
    VetSağlıkUzmanı
  • hace 2 días
  • 26 Min. de lectura

¿Qué es el hígado graso (lipidosis hepática) en los gatos?

La enfermedad del hígado graso en gatos, también conocida como lipidosis hepática , es una de las enfermedades hepáticas más graves y comunes en gatos. Esta enfermedad se produce cuando las grasas del cuerpo se transportan repentina e intensamente al hígado y se acumulan allí. Esta acumulación de grasa impide el funcionamiento normal de las células hepáticas, altera el metabolismo y altera las funciones vitales del hígado, como la síntesis de proteínas, la desintoxicación, la gestión energética y la producción de bilis, necesarias para la digestión.

La lipidosis hepática suele ser el resultado de un colapso metabólico que se desarrolla tras una pérdida repentina de apetito . Los gatos tienen un sistema de movilización de grasas muy sensible. Cuando un gato no recibe una nutrición adecuada durante varios días, su cuerpo comienza a descomponer las reservas de grasa para obtener energía. Estas grasas se transportan al hígado a través de la sangre, pero el hígado del gato no puede metabolizar grandes cantidades de grasa con la misma rapidez. Como resultado, la grasa se acumula dentro de las células y el hígado gradualmente se vuelve disfuncional.

La lipidosis hepática es peligrosa porque progresa rápidamente y puede ser mortal si no se trata . Por lo tanto, incluso unos pocos días de anorexia en gatos, aunque parezcan normales, deben tomarse en serio. Los gatos son mucho más susceptibles a la anorexia que otras especies y pueden desarrollar lipidosis rápidamente.

La enfermedad es más común en gatos obesos, de mediana edad y estresados . Muchos factores desencadenantes, como un cambio de hogar, la llegada de una nueva mascota o un bebé, una enfermedad dolorosa, infecciones, problemas dentales o un cambio en la dieta, pueden provocar que un gato deje de comer. Esto puede provocar la aparición de lipidosis hepática en pocos días.

Con un diagnóstico temprano y un tratamiento agresivo, la tasa de recuperación es alta, pero si se retrasa, la enfermedad puede empeorar rápidamente. Por lo tanto, es crucial que los dueños busquen atención veterinaria de inmediato si su gato pierde el apetito, en lugar de esperar.

Hígado graso en gatos

Tipos de lipidosis hepática en gatos

La lipidosis hepática se presenta en dos formas principales: primaria y secundaria . La clasificación precisa de los tipos es fundamental tanto para identificar la causa subyacente como para desarrollar un plan de tratamiento.

1. Lipidosis hepática primaria

La forma primaria se desarrolla como resultado de la alteración del equilibrio metabólico del gato debido a la pérdida de apetito. En este caso, puede que no exista ninguna otra enfermedad subyacente; el desencadenante suele ser el estrés, la obesidad o la desnutrición repentina .

Características:

  • Es la forma más común.

  • Es mucho más común en gatos obesos o con sobrepeso.

  • Incluso factores de estrés simples como cambios repentinos en la dieta, mudarse de casa o no gustarle la comida pueden desencadenarlo.

  • Los síntomas progresan rápidamente.

Como en la forma primaria no hay ninguna enfermedad subyacente, la tasa de recuperación es bastante alta con apoyo nutricional temprano .

2. Lipidosis hepática secundaria

La forma secundaria se desarrolla como resultado de la anorexia o un trastorno metabólico causado por otra enfermedad. Por lo tanto, es más compleja y su tratamiento es más prolongado.

Causas comunes:

  • Pancreatitis

  • Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)

  • inflamaciones del hígado

  • bloqueos biliares

  • Infecciones

  • Enfermedades dentales

  • Problemas ortopédicos dolorosos

  • Cáncer

  • Hipertiroidismo

  • Insuficiencia renal

En este tipo, tanto la lipidosis hepática como la enfermedad de base deben tratarse simultáneamente, de lo contrario, la recuperación será lenta.

3. Curso agudo y crónico

La lipidosis hepática suele ser una enfermedad aguda, lo que significa que los síntomas empeoran rápidamente en pocos días. Sin embargo, algunos gatos también pueden desarrollar una forma crónica de progresión más lenta. En este caso, los síntomas iniciales pueden ser más sutiles.

4. Lipidosis hepática complicada

En algunos gatos, si la enfermedad progresa, puede cursar con las siguientes complicaciones:

  • Encefalopatía hepática (disfunción cerebral)

  • Trastornos de la coagulación

  • Ictericia

  • deshidratación severa

  • pérdida muscular

  • desequilibrios electrolíticos

Esta condición requiere tratamiento urgente y generalmente se maneja en el hospital con cuidados intensivos.

Hígado graso en gatos

Causas de la lipidosis hepática en gatos

La lipidosis hepática es una enfermedad hepática grave en gatos que comienza con anorexia y puede progresar rápidamente a un colapso metabólico. El mecanismo más básico es la rápida movilización de las reservas de grasa, resultante de una ingesta nutricional inadecuada, y la acumulación excesiva de estas grasas en el hígado. Sin embargo, existen muchos factores que desencadenan este proceso. Los gatos son mucho más susceptibles a la anorexia que otras especies, por lo que incluso unos pocos días sin comer pueden provocar un daño hepático grave.

1. Pérdida prolongada o repentina del apetito

La causa principal de la lipidosis hepática es la desnutrición o el cese total de la alimentación. Si un gato no come durante varios días, su cuerpo intenta convertir rápidamente la grasa en energía. Esta grasa ataca al hígado, lo que resulta en un volumen de grasa mucho mayor del que este puede metabolizar. Como resultado, la grasa se acumula en las células y el gato progresa rápidamente a insuficiencia hepática.

Detrás de esta pérdida de apetito a menudo hay razones que pasan desapercibidas:

  • Dando comida nueva

  • Cambio de domicilio

  • Cambio de propietario

  • Nueva llegada de animales

  • Enfermedad de las bolas de pelo

  • Dolor leve o estrés

  • Infecciones menores

Incluso el estrés más simple puede provocar que un gato deje de comer y provocar la aparición de lipidosis.

2. Obesidad (alto riesgo en gatos con sobrepeso)

Los gatos obesos son el grupo con mayor riesgo de lipidosis hepática. Debido a sus altas reservas de grasa, el cuerpo las moviliza con extrema rapidez durante la inanición. El hígado no puede gestionar la acumulación repentina de grasa.

En gatos obesos:

  • Incluso no comer durante 1 o 2 días puede provocar lipidosis.

  • La obesidad ralentiza el metabolismo de la grasa celular.

  • La diferencia entre la cantidad de grasa que llega al hígado y la capacidad metabolizadora del hígado aumenta.

Es por eso que la lipidosis hepática también se conoce como la “enfermedad de los gatos obesos”.

3. Enfermedades subyacentes

Las principales causas de la lipidosis hepática secundaria son otras enfermedades que pueden provocar apetito en el gato:

  • Pancreatitis

  • Enfermedad inflamatoria intestinal (EII)

  • Colangitis / colangiohepatitis

  • Abscesos dentales y enfermedades dentales dolorosas

  • Hipertiroidismo

  • Insuficiencia renal

  • enfermedades del corazón

  • Infecciones avanzadas (virales/bacterianas)

  • Tumores

En estos casos la lipidosis se desencadena porque causas como el hipertiroidismo, la pancreatitis o el dolor de muelas reducen el apetito del gato.

4. Cambios repentinos en la dieta

Los gatos son muy sensibles a los cambios en su alimentación habitual. Si un alimento nuevo no les gusta, pueden negarse a comer durante días, lo que puede desencadenar una lipidosis.

Cambio repentino de comida, especialmente:

  • En gatos obesos

  • En gatos mayores

  • Es mucho más peligroso en gatos con antecedentes de anorexia.

5. Factores de estrés

Cualquier situación que provoque estrés en los gatos puede aumentar el riesgo de lipidosis hepática:

  • Mudanza de casa

  • Nuevo bebé o nueva mascota

  • Ambiente ruidoso

  • Cambio de propietario

  • Contacto con animales agresivos

  • No estés solo durante largos periodos de tiempo

Se entra en el ciclo estrés → anorexia → movilización de grasas → lipidosis.

6. Medicamentos o afecciones médicas que reducen el apetito

Ciertos medicamentos (antibióticos, analgésicos, corticosteroides), molestias estomacales o náuseas pueden reducir temporalmente el apetito. En los gatos, incluso esta pérdida temporal del apetito es lo suficientemente peligrosa como para provocar una lipidosis.

7. Baja proteína o dieta inadecuada

En gatos alimentados con una dieta baja en proteínas durante un tiempo prolongado, el metabolismo hepático de las grasas se debilita. El proceso de lipidosis hepática se acelera porque el hígado no puede encontrar suficientes aminoácidos para quemar grasa y repararse.

8. Dietas para bajar de peso que no son aptas para gatos

Algunos dueños reducen las comidas de sus gatos o les dan una dieta baja en calorías para bajar de peso rápidamente. Esto es muy peligroso. Pérdida de peso rápida → movilización intensa de grasa → lipidosis.

La pérdida de peso en los gatos no debe ser más rápida que el 1-2% por semana .

Hígado graso en gatos

Razas propensas a la lipidosis hepática en gatos

La siguiente tabla muestra las razas de gatos con mayor o menor predisposición a la lipidosis hepática según la literatura actual. El nivel de riesgo se determinó mediante observaciones clínicas y análisis poblacionales.

Tabla: Raza | Descripción | Nivel de riesgo

Carrera

Explicación

Nivel de riesgo

Mayor población; alta tasa de obesidad

Mucho

Común en gatos domésticos; susceptible a la anorexia

Mucho

Sensible al estrés y a los cambios de apetito.

Medio

El riesgo aumenta para las personas propensas a la obesidad.

Medio

Maine Coon

Raza grande; el riesgo aumenta si se desarrolla obesidad

Medio

Naturaleza tranquila, sensible a los cambios nutricionales.

Medio

Más resistente metabólicamente

Pequeño

birmano

Susceptible a enfermedades endocrinas pero baja lipidosis.

Pequeño

Menor riesgo debido a una menor masa grasa

Pequeño

Bajo riesgo debido a la buena compatibilidad metabólica

Pequeño

Conclusión general: La lipidosis hepática se observa con mayor frecuencia en gatos de interior (DSH/DLH) y gatos obesos .

Hígado graso en gatos

Síntomas de lipidosis hepática en gatos

La lipidosis hepática es una enfermedad hepática felina que inicialmente progresa de forma insidiosa, pero puede evolucionar rápidamente a manifestaciones clínicas graves. Los síntomas suelen comenzar con pérdida de apetito, pero en pocos días se desarrollan múltiples deterioros metabólicos. A medida que la enfermedad progresa, las células hepáticas se llenan de grasa, la función hepática se deteriora y todos los sistemas del cuerpo comienzan a verse afectados. Por lo tanto, la detección temprana de los síntomas es crucial para un tratamiento exitoso.

1. Pérdida grave o prolongada del apetito

El primer síntoma, y el más dominante, de la lipidosis hepática es la negativa del gato a comer . Esto suele ir acompañado de los siguientes comportamientos:

  • No huelas la comida y aléjate.

  • No bebas solo agua

  • Rechazando incluso las golosinas

  • Manténgase alejado del recipiente de comida.

Si el gato no come durante más de 24 a 48 horas, comienza la movilización de grasa y se produce la lipidosis.

2. Pérdida de peso rápida y significativa

La pérdida de peso visible en un corto período de tiempo es uno de los signos más llamativos de la lipidosis hepática. En pocos días, las costillas del gato pueden hacerse palpables. La pérdida de peso es particularmente rápida y peligrosa en gatos obesos.

3. Letargo (debilidad extrema) y agotamiento

Debido a que la producción de energía del hígado se ve afectada, el gato:

  • Duerme durante mucho tiempo

  • No muestra interés en el juego.

  • Se cansa rápidamente cuando se mueve

  • Es reacio a trepar y saltar.

Este síntoma refleja la dimensión metabólica de la enfermedad.

4. Vómitos y náuseas

Cuando la función hepática se ve afectada, las toxinas comienzan a acumularse. Esto provoca náuseas y vómitos. Vómitos:

  • A diario

  • Ocasionalmente recurrente

  • A veces puede ser espumosa o contener bilis. El vómito empeora la lipidosis porque hace que el gato coma menos.

5. Ictericia (ictericia)

Uno de los signos más evidentes de la lipidosis hepática avanzada es la ictericia . Se observa en las siguientes zonas:

  • El blanco de los ojos

  • Dentro de la boca y las encías

  • En la oreja

  • Áreas subcutáneas

La ictericia indica que el hígado está tan lleno de grasa que no puede metabolizar la bilirrubina. Esta situación requiere intervención urgente.

6. Deshidratación (pérdida de líquidos)

Si un gato no come o consume suficiente agua, su cuerpo perderá líquidos rápidamente. Esto significa:

  • Disminución de la elasticidad de la piel

  • Encías secas

  • Debilidad

  • Provoca síntomas como disminución de la producción de orina.

La deshidratación empeora el daño al hígado.

7. Mal cuidado de las plumas y deterioro de su calidad

El gato deja de limpiarse. Por esta razón:

  • Plumas opacas

  • Estructura de plumas aceitadas

  • Derramamiento

  • Se presenta una apariencia de plumas irregulares y enredadas.

Este síntoma indica que las reservas de energía del gato están agotadas.

8. Salivación excesiva (hipersalivación)

Algunos gatos pueden experimentar salivación fibrosa. Esto indica que las náuseas están progresando y que el contenido estomacal se está viendo afectado por toxinas hepáticas.

9. Estreñimiento o disminución de la defecación

La frecuencia de defecación disminuye debido a la pérdida de apetito y la deshidratación. El gato usa la caja de arena con menos frecuencia o las heces son secas y duras.

10. Síntomas neurológicos (Curso avanzado)

Cuando la función hepática está gravemente deteriorada, puede desarrollarse una disfunción cerebral llamada encefalopatía hepática . En este caso:

  • Confusión

  • Trastorno del equilibrio

  • Cambios de comportamiento

  • Indiferencia hacia el medio ambiente

  • Se pueden observar síntomas graves como caminar en círculos.

Esta situación es una emergencia potencialmente mortal.

¿Cómo se diagnostica la lipidosis hepática en gatos?

Dado que los síntomas de la lipidosis hepática pueden confundirse con los de otras enfermedades hepáticas y gastrointestinales, un diagnóstico preciso debe respaldarse con pruebas de laboratorio y estudios de imagen. El diagnóstico temprano puede cambiar por completo la evolución de la enfermedad.

1. Examen clínico

Durante un examen veterinario se pueden detectar los siguientes hallazgos:

  • Pérdida de peso

  • pérdida de masa muscular

  • Deshidración

  • Ictericia

  • El hígado se siente agrandado a la palpación.

  • malestar abdominal

  • Debilidad y agotamiento

El examen hace sospechar una lipidosis pero no es suficiente para hacer el diagnóstico por sí solo.

2. Análisis de sangre (bioquímica y hematología )

Estas pruebas son la base para el diagnóstico de la Lipidosis Hepática.

En las pruebas bioquímicas se pueden observar los siguientes hallazgos :

  • Elevación de las enzimas ALT, AST y ALP

  • Aumento de la bilirrubina

  • desequilibrios electrolíticos

  • Albúmina baja

  • Disminución de los niveles de glucosa

En las pruebas de hematología (hemograma):

  • anemia leve

  • Se puede detectar respuesta inflamatoria (aumento de leucocitos).

Las enzimas hepáticas elevadas son un indicador crítico de lipidosis.

3. Ultrasonografía

La ecografía es la herramienta de imagen más eficaz para evaluar la estructura del hígado. Se pueden observar los siguientes hallazgos en la ecografía:

  • El hígado aparece de color más claro debido a depósitos de grasa (hiperecogenicidad).

  • Agrandamiento del hígado

  • Expansión de los conductos biliares

  • Signos de enfermedad subyacente como pancreatitis o EII

La ecografía ayuda tanto en el diagnóstico como en la predicción del pronóstico.

4. Radiografía (rayos X)

Proporciona una idea general del tamaño del hígado y la ubicación de los órganos abdominales. La radiografía por sí sola no permite el diagnóstico, pero cumple una función complementaria.

5. Biopsia de hígado

Es el método de referencia para el diagnóstico definitivo. Sin embargo, en la lipidosis hepática, el diagnóstico a menudo se realiza sin necesidad de biopsia, ya que el cuadro clínico, los análisis de sangre y la ecografía suelen ser suficientes. La biopsia se realiza con mayor frecuencia:

  • Tumores hepáticos

  • Hepatitis desconocida

  • Se prefiere si hay sospecha de inflamación.

6. Pruebas de ácidos biliares

Indica el grado de deterioro de la función hepática. En la lipidosis, los ácidos biliares suelen estar significativamente elevados.

7. Pruebas adicionales (para enfermedades subyacentes)

Si la lipidosis es de forma secundaria, pueden ser necesarias las siguientes pruebas adicionales:

  • Prueba de pancreatitis (fPLI)

  • Nivel de vitamina B12

  • Prueba de hormona tiroidea (T4)

  • Pruebas de función renal (BUN, creatinina)

  • Pruebas de virus (FIP, FeLV, FIV)

Estas pruebas son necesarias para detectar la enfermedad subyacente y ajustar el plan de tratamiento en consecuencia.


Métodos de tratamiento para la lipidosis hepática en gatos

La lipidosis hepática es una enfermedad hepática de rápida progresión en gatos que puede ser mortal si se retrasa el tratamiento. Por lo tanto, el enfoque terapéutico debe ser agresivo, multifacético y continuo . Los objetivos principales del tratamiento son reducir la acumulación de grasa en las células hepáticas, reestabilizar la función hepática y satisfacer de forma segura las necesidades energéticas del gato. Un plan de tratamiento suele durar de varias semanas a varios meses. El proceso requiere paciencia, pero con un manejo adecuado, la tasa de éxito es alta.

1. Apoyo nutricional (la piedra angular del tratamiento)

El componente más crítico del tratamiento de la lipidosis hepática es asegurar que el gato se vea obligado a comer . Esto se debe a que la anorexia es el principal mecanismo desencadenante de la lipidosis. Si el gato se niega a comer por sí solo, se le debe apoyar con una sonda de alimentación.

Sonda nasogástrica (de la nariz al estómago)

  • Es adecuado para uso a corto plazo.

  • Se prefiere en casos leves y moderados.

Tubo de esofagostomía (de cuello a esófago)

  • Es el método más utilizado en el tratamiento de la lipidosis.

  • Se puede utilizar durante semanas y es seguro.

  • También puede ser aplicado por el propietario en casa.

Sonda de gastrostomía (directa al estómago)

  • Se prefiere en casos de larga duración.

  • Es el método ideal si el gato se niega a comer.

Las sondas de alimentación reducen el dolor del gato, alivian las náuseas y aumentan drásticamente la tasa de recuperación.

Programa de nutrición

La nutrición para gatos con lipidosis se planifica de la siguiente manera:

  • 4–6 comidas pequeñas al día

  • Alto contenido de proteínas

  • Detener la pérdida de peso lenta

  • Apoyo de hidratación

La terapia nutricional requiere al menos de 3 a 6 semanas .

2. Terapia de fluidos (IV o SC)

La deshidratación empeora la lipidosis, por lo que debe corregirse la pérdida de líquido del gato.

  • La terapia con líquidos intravenosos (IV) es esencial en casos graves.

  • Se puede administrar líquido subcutáneo (SC) en los casos más estables.

La fluidoterapia restablece el equilibrio electrolítico y ayuda a restablecer la función hepática.

3. Antieméticos (medicamentos contra las náuseas)

Las náuseas son una de las principales razones por las que los gatos con lipidosis no comen. Por lo tanto:

  • Maropitant

  • Ondansetrón

  • Metoclopramida

Las náuseas se suprimen con medicamentos como:

4. Medicamentos de apoyo para el hígado

Se utilizan diversos suplementos para estabilizar la función hepática:

  • S-adenosilmetionina (SAMe)

  • Silimarina (cardo mariano)

  • L-carnitina

  • Taurina

Estas sustancias protegen las células del hígado, reducen la acumulación de grasa y aumentan la capacidad de desintoxicación.

5. Suplemento de vitaminas y minerales

Las deficiencias más comunes en gatos con lipidosis hepática son:

  • B12 (cobalamina)

  • Potasio

  • Ácido fólico

  • Vitamina E

  • Vitamina K

Si estas vitaminas son deficientes, se debe apoyar el tratamiento.

6. Tratamiento con antibióticos

Si la lipidosis se acompaña de una infección o si los análisis de sangre muestran signos de inflamación grave, el veterinario elegirá el antibiótico adecuado. Si no hay infección, no se administran antibióticos.

7. Tratamiento de la enfermedad subyacente

Si la lipidosis es de tipo secundario , se deben tratar enfermedades subyacentes como pancreatitis, EII, hipertiroidismo, enfermedad renal u obstrucción biliar.

8. Necesidad de cuidados intensivos

En casos graves, el gato:

  • Se puede llevar a la cabina de oxígeno.

  • Se puede administrar nutrición intravenosa

  • Puede ser necesario un monitoreo constante

La lipidosis hepática no es una enfermedad que se pueda tratar en casa. La intervención profesional es esencial.

Complicaciones y pronóstico de la lipidosis hepática en gatos

La lipidosis hepática puede causar complicaciones graves si no se trata, e incluso a veces si progresa a pesar del tratamiento. La mayoría de las complicaciones se deben a un deterioro de la función hepática, una acumulación de grasa descontrolada y una alteración del equilibrio metabólico. El pronóstico varía según factores como el inicio temprano del tratamiento, el estado general de salud del gato y la obesidad.

1. Encefalopatía hepática (disfunción cerebral)

Cuando el hígado no puede eliminar toxinas, las funciones cerebrales del gato se ven afectadas. En este caso:

  • Indiferencia hacia el medio ambiente

  • Pérdida del equilibrio

  • Cambios de comportamiento

  • Entumecimiento

  • Puede presentarse coma. Esta condición puede ser inmediata y mortal.

2. Ictericia (ictericia)

Cuando el hígado no puede metabolizar la bilirrubina, el blanco de los ojos, el interior de la boca y la piel se tornan amarillos. Este es el indicador más claro de lipidosis avanzada. La ictericia complica el pronóstico y aumenta la urgencia del tratamiento.

3. Trastornos de la coagulación

El hígado produce proteínas necesarias para la coagulación sanguínea. Los gatos con lipidosis hepática tienen mayor riesgo de:

  • hemorragia interna

  • hemorragias nasales

  • hemorragias subcutáneas

  • Complicaciones postoperatorias

Por lo tanto, puede ser necesaria la suplementación con vitamina K.

4. Deshidratación grave y desequilibrios electrolíticos

El gato presenta deshidratación grave y alteraciones electrolíticas. La hipopotasemia (bajo nivel de potasio) es particularmente frecuente en la lipidosis y puede provocar arritmias mortales.

5. Desgaste muscular (Kacheksi)

Debido al déficit energético, el cuerpo comienza a quemar músculo. Esto provoca que el gato pierda fuerza y la recuperación tarde más.

6. Problemas del conducto biliar

El flujo biliar puede verse alterado y puede desarrollarse colestasis. Esto dificulta la recuperación de las células hepáticas.

7. Riesgo de mortalidad

Si no se trata o se retrasa, la tasa de mortalidad es alta. Sin embargo, entre el 60 % y el 90 % de los gatos tratados a tiempo pueden recuperarse por completo.

¿Cómo se evalúa el pronóstico?

El pronóstico varía dependiendo de los siguientes factores:

  • ¿Cómo comenzar el tratamiento temprano?

  • Nivel de obesidad

  • Presencia de enfermedades subyacentes

  • Si hay ictericia

  • ¿Qué tan temprano se debe cambiar a una sonda de alimentación?

  • Si se recibió apoyo de cuidados intensivos

La tasa de éxito es alta en los gatos que reciben tratamiento temprano y la recuperación puede tardar entre 3 y 8 semanas.


Cuidados domiciliarios y métodos de prevención de la lipidosis hepática en gatos

La lipidosis hepática es una enfermedad grave que requiere un tratamiento intensivo y puede tardar semanas en sanar. Incluso si el tratamiento médico se administra en una clínica, los cuidados en casa son cruciales para la recuperación del gato. Estos cuidados deben centrarse tanto en regular la nutrición como en reducir el estrés metabólico del gato.

1. Alimentación regular en casa con sonda de alimentación

Si el gato no come por sí solo, la sonda de alimentación es la etapa más crítica del tratamiento. Aspectos a considerar en casa:

  • Se debe aplicar el número de comidas determinado por el veterinario (normalmente 4-6 comidas al día).

  • Las comidas deben administrarse lentamente y en pequeñas cantidades para evitar dificultades de digestión.

  • La comida debe estar tibia, ni demasiado caliente ni demasiado fría.

  • El área del tubo debe limpiarse diariamente y se debe controlar la irritación.

  • Si el gato tiene tendencia a vomitar, la alimentación debe dividirse en porciones más pequeñas.

Cuando la sonda de alimentación se maneja correctamente, las posibilidades de recuperación del gato aumentan drásticamente.

2. Aumento del consumo de agua

En los gatos con lipidosis hepática, la deshidratación agrava aún más el daño hepático.

Para aumentar el consumo de agua en casa:

  • Debe haber agua fresca disponible en todo momento.

  • Se debe utilizar una fuente de agua.

  • Se debe aumentar la proporción de alimento húmedo.

  • Se debe colocar más de un recipiente con agua en diferentes áreas.

Si es necesario, se puede administrar soporte de líquidos subcutáneos siguiendo el consejo del veterinario.

3. Reducir el estrés

El estrés es una de las principales causas de pérdida de apetito en los gatos. El manejo del estrés después de una lipidosis es aún más crucial.

En casa se deben seguir los siguientes pasos:

  • Se debe crear un área tranquila lejos de entornos ruidosos o concurridos.

  • Se deben evitar los cambios repentinos

  • Si hay otros animales en casa, se debe asegurar una comunicación controlada.

  • Se debe establecer una rutina fija para el gato.

  • Se pueden utilizar difusores de feromonas (Feliway)

Cuanto menos estrés, más rápida la recuperación.

4. Equilibrio de la temperatura ambiente

Los gatos con metabolismo alterado pueden ser más propensos a resfriarse. Para gatos:

  • Una cama suave

  • Una zona para dormir lejos de los vientos fríos.

  • Mantas calientes si es necesario

debe proporcionarse.

5. Cuidado del pelaje y la piel

Los gatos con lipidosis dejan de acicalarse. Por esta razón:

  • Peinado suave 2-3 veces por semana

  • Cómo prevenir los nudos en el cabello

  • Revise la piel para detectar enrojecimiento o descamación.

Apoyar el cuidado del pelo, especialmente en gatos de pelo largo, aumenta la comodidad del gato.

6. Apoyando el retorno del apetito

Una vez que el gato empiece a comer solo, este proceso debe ser apoyado con paciencia. Se puede hacer lo siguiente en casa:

  • Calentar la comida (aumenta el aroma)

  • Probando alternativas de comida húmeda más deliciosas

  • Experimente con porciones pequeñas

  • Alimentación en un entorno tranquilo

  • Dar comida de las manos (reduce el estrés)

Sin embargo, la sonda de alimentación no debe retirarse inmediatamente; el veterinario debe tomar la decisión una vez que el gato comience a comer de manera estable por sí solo.

7. Prevención: ¿Cómo prevenir la lipidosis hepática?

La prevención es crucial, especialmente en gatos obesos y estresados.

Medidas preventivas básicas:

  • Cómo llevar un registro de los hábitos alimenticios habituales de tu gato

  • Si hay pérdida de apetito durante más de 24 horas, acuda al veterinario sin esperar.

  • Evite cambios bruscos de comida

  • Controlar el peso

  • Bajar de peso de forma lenta y controlada (no más del 1-2% por semana)

  • Proteger la salud dental (el dolor de muelas mata el apetito)

  • Reducir los factores de estrés

Cuando se siguen estos pasos el riesgo de lipidosis hepática se reduce significativamente.

Lipidosis hepática en gatos y responsabilidades del propietario

La lipidosis hepática es una enfermedad que requiere atención domiciliaria especializada. La responsabilidad del dueño es uno de los factores más importantes en este proceso. El hígado graso es una enfermedad tratable, pero si el dueño del gato no toma las medidas adecuadas, el tratamiento puede ser ineficaz. Esto se debe a que esta enfermedad rara vez se cura por sí sola; el apoyo externo es esencial.

1. Seguimiento del apetito y la nutrición

La tarea del propietario es supervisar periódicamente si el gato come.

  • Si el gato no come ningún alimento durante 12 a 24 horas, no es correcto esperar.

  • En este caso, se requiere control veterinario inmediato. Esta falta de seguimiento es la causa más común de lipidosis.

2. Manejo de la sonda de alimentación

Si se utiliza una sonda de alimentación, el propietario tiene ciertas obligaciones:

  • Limpieza del área del tubo todos los días

  • Se debe dar agua después de cada toma para evitar obstrucciones.

  • No interrumpir las comidas programadas

  • Vigilar los vómitos

  • Comprobación de enrojecimiento o signos de infección alrededor del tubo.

Si el propietario cumple con estas responsabilidades, la tasa de éxito del tratamiento aumenta enormemente.

3. Control regular de las funciones hepáticas

Las pruebas de control determinadas por el veterinario no deben interrumpirse:

  • ALT, AST, ALP

  • Bilirrubina

  • Albúmina

  • electrolitos

  • Prueba de ácidos biliares

Estas pruebas son vitales para controlar con precisión el proceso de curación.

4. Manejo del estrés

El dueño es responsable de minimizar el nivel de estrés del gato . Los cambios en el hogar deben realizarse con la mayor fluidez posible y se debe preservar la sensación de seguridad del gato.

En la forma secundaria de lipidosis, el paciente debe asegurar el tratamiento completo de la enfermedad subyacente. Por ejemplo:

  • Si hay un absceso dental, haga que lo extraigan

  • Dieta adecuada si hay pancreatitis

  • Programa de control a largo plazo si hay EII

  • Terapia hormonal si hay hipertiroidismo

La lipidosis puede reaparecer si no se trata la enfermedad subyacente.

6. No faltar a las citas de revisión periódicas

Los chequeos son muy importantes durante el proceso de recuperación.

  • Monitoreo intensivo en las primeras 2-3 semanas

  • Luego se pasa a un control cada 3 a 6 semanas.

Las interrupciones pueden provocar un tratamiento prolongado o una recaída.

7. Paciencia y constancia

El tratamiento de la lipidosis hepática no ofrece resultados rápidos. La recuperación suele tardar entre 3 y 8 semanas. Por lo tanto, el paciente debe ser paciente y no retrasar el tratamiento.


Diferencias entre la lipidosis hepática en gatos y perros

La lipidosis hepática es una enfermedad hepática extremadamente común y crítica en gatos, pero casi nunca se observa en perros. La drástica diferencia entre estas dos especies se debe tanto a las diferencias en la estructura metabólica como a las respuestas fisiológicas a la inanición. Por lo tanto, si bien la lipidosis hepática es una crisis metabólica inmediata en gatos, es un hallazgo secundario mucho más raro en perros.

1. Frecuencia de ocurrencia

  • Gatos: La lipidosis hepática es una de las enfermedades hepáticas más comunes en gatos. La mayoría de los casos son primarios, es decir, se desarrollan tras una anorexia simple.

  • Perros: Extremadamente raro. La esteatosis canina suele deberse a obesidad o enfermedad metabólica, pero no es tan grave como la lipidosis felina.

2. Respuesta metabólica a la inanición

La razón principal de esta diferencia es la estructura metabólica de las dos especies:

  • Los gatos movilizan sus reservas de grasa muy rápidamente durante la inanición. El hígado no puede metabolizar esta carga de grasa, por lo que la acumulan rápidamente.

  • Los perros son mucho más resistentes a la inanición. La movilización de grasa se produce de forma más controlada, por lo que la probabilidad de desarrollar lipidosis es mucho menor.

La tendencia de los gatos a quemar grasa rápidamente para preservar el tejido muscular es el mecanismo principal de la lipidosis.

3. Síntomas

  • En gatos: Anorexia severa, ictericia, debilidad, pérdida rápida de peso, signos neurológicos, vómitos frecuentes.

  • En perros: Signos hepáticos generales (debilidad, pérdida de apetito, vómitos) a menudo debidos a otra enfermedad, pero no se presenta el cuadro típico de lipidosis.

4. Razones

  • Gatos: Incluso el estrés más simple puede provocar pérdida de apetito y puede desarrollarse lipidosis en pocos días.

  • Perros : La lipidosis suele ser secundaria y estar asociada a enfermedades como diabetes, pancreatitis, enfermedad de Cushing u obesidad avanzada.

5. Diagnóstico

Aunque el enfoque diagnóstico es similar, la sospecha de lipidosis es mucho mayor en gatos. Si bien los hallazgos ecográficos y bioquímicos pueden indicar hígado graso en perros, el mecanismo de "crisis de grasa" no es tan común en gatos.

6. Tratamiento

  • Gatos: La sonda de alimentación es fundamental en el tratamiento, por lo que se requiere un enfoque agresivo.

  • Perros: El tratamiento se centra en la enfermedad subyacente. Puede ser necesaria una sonda de alimentación, pero el riesgo metabólico no es tan alto como en los gatos.

7. Pronóstico

  • Gatos: La recuperación es alta con un tratamiento temprano y agresivo; la mortalidad aumenta si el tratamiento se retrasa.

  • Perros: Debido a que la lipidosis es tan rara, el pronóstico a menudo depende de la enfermedad subyacente.

Conclusión: Los gatos son extremadamente susceptibles a la lipidosis hepática debido a su estructura metabólica. Esta misma enfermedad es poco frecuente en perros y generalmente es más leve.


Lipidosis hepática en gatos: esperanza de vida y datos reproductivos

La lipidosis hepática es una enfermedad hepática de rápida progresión en gatos que puede ser mortal si no se trata. Por lo tanto, la esperanza de vida varía considerablemente según la etapa de la enfermedad, el estado general de salud del gato, el inicio temprano de la sonda de alimentación y la presencia de afecciones médicas subyacentes. Además, dado que esta enfermedad se observa con mayor frecuencia en gatos adultos y ancianos , no se considera que tenga relevancia clínica reproductiva .

1. Supervivencia en la lipidosis hepática no tratada

Si la lipidosis hepática felina no se trata o si el tratamiento se inicia demasiado tarde, la función hepática se deteriora rápidamente. Resultado:

  • ictericia grave

  • Encefalopatía hepática

  • desequilibrios electrolíticos

  • Insuficiencia orgánica múltiple

En esta tabla, la esperanza de vida oscila entre días y semanas . Esto demuestra la gravedad de la lipidosis.

2. Esperanza de vida con diagnóstico temprano y tratamiento adecuado

El pronóstico es sorprendentemente bueno en gatos diagnosticados a tiempo y tratados de forma agresiva. Tasa de éxito:

  • 60–90% de recuperación completa

  • Tiempo promedio de recuperación de 3 a 8 semanas

  • La esperanza de vida podría extenderse por años

El inicio temprano del tratamiento con sonda de alimentación salva vidas. De hecho, se ha reportado en la literatura que la mayoría de los gatos que reciben alimentación por sonda se normalizan por completo.

3. Esperanza de vida en gatos obesos

La obesidad es a la vez un factor desencadenante y pronóstico de la lipidosis hepática.

  • La recuperación puede ser más lenta en gatos obesos .

  • Incluso si la función hepática vuelve a la normalidad, el estrés metabólico dura más tiempo.

Sin embargo, con el tratamiento adecuado, la tasa de recuperación sigue siendo alta.

4. Tiempo de supervivencia en la lipidosis hepática secundaria

Si existe una enfermedad subyacente (por ejemplo, pancreatitis, EII, insuficiencia renal, hipertiroidismo), la esperanza de vida depende del manejo de esta enfermedad.

  • El tratamiento de la lipidosis puede ser exitoso, pero la recuperación completa puede retrasarse si la enfermedad subyacente persiste.

  • En este caso, la esperanza de vida varía.

5. Efectos sobre la reproducción

La lipidosis hepática es rara en gatos en edad reproductiva, ya que se observa principalmente en gatos adultos y ancianos .

Sin embargo, dado que hay una crisis metabólica:

  • En las gatas, el ciclo estral puede verse suprimido.

  • La calidad del esperma puede disminuir en los gatos machos

  • El embarazo se vuelve imposible durante la lipidosis

  • No se recomienda criar gatos que padecen lipidosis.

Esta enfermedad es un problema de supervivencia más que un problema reproductivo.

6. Seguimiento a largo plazo y riesgo de relipidosis

El riesgo no se elimina por completo en gatos que han padecido lipidosis hepática. Las siguientes condiciones pueden desencadenarla de nuevo:

  • Estrés severo

  • 24–48 horas de pérdida de apetito

  • Obesidad

  • Cambio repentino en la dieta

  • Recurrencia de enfermedades subyacentes

Por lo tanto, incluso si el tratamiento se completa, la responsabilidad del propietario continúa.


Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Qué es la lipidosis hepática en los gatos y por qué es tan peligrosa?

La lipidosis hepática es una enfermedad metabólica aguda y mortal en gatos, causada por la acumulación de grasa en las células hepáticas. Cuando los gatos pierden el apetito durante unos días, sus reservas de grasa se descomponen rápidamente y, como el hígado no puede metabolizar esta afluencia masiva de grasa, las células se asfixian. Dado que el hígado es el órgano central del metabolismo, sus funciones colapsan y puede desarrollarse rápidamente una insuficiencia multiorgánica. Por lo tanto, incluso unos pocos días de anorexia pueden ser lo suficientemente peligrosos como para provocar lipidosis hepática.

¿Cuáles son los síntomas más comunes de la lipidosis hepática en gatos?

Los síntomas más comunes de la lipidosis hepática son pérdida de apetito, pérdida rápida de peso, debilidad, pelaje enmarañado, vómitos, ictericia, deshidratación y letargo conductual. En casos avanzados, pueden presentarse signos neurológicos, hipotermia, babeo excesivo o pérdida del equilibrio. La mayoría de estos síntomas se manifiestan en pocos días, por lo que es esencial una intervención inmediata.

¿Por qué se produce lipidosis hepática tras la anorexia en gatos?

Los gatos son metabólicamente muy sensibles a la anorexia. Cuando un gato no come, su cuerpo descompone rápidamente la grasa para satisfacer sus necesidades energéticas. Estas grasas se transportan al hígado, pero este no puede metabolizarlas con la misma rapidez. La grasa se acumula en las células hepáticas, lo que afecta la función del órgano. Por lo tanto, la anorexia es el principal desencadenante de la lipidosis hepática.

¿Por qué los gatos obesos tienen mayor riesgo de padecer lipidosis hepática?

Debido a que los gatos obesos tienen grandes reservas de grasa, el cuerpo moviliza más grasa cuando comienza la anorexia. Este flujo excesivo de grasa supera la capacidad del hígado. Además, los gatos obesos ya tienen una función hepática más frágil. Por lo tanto, incluso uno o dos días de anorexia suponen un grave riesgo de lipidosis hepática.

¿Se puede curar completamente la lipidosis hepática en los gatos?

Sí. Con un diagnóstico temprano y un tratamiento agresivo, la lipidosis hepática puede curarse por completo en la gran mayoría de los gatos. La tasa de éxito es del 60 al 90 %. Sin embargo, la recuperación requiere paciencia y suele tardar entre 3 y 8 semanas. El aspecto más importante del tratamiento es asegurar que el gato reciba las calorías adecuadas a través de una sonda de alimentación.

¿Por qué es tan importante la sonda de alimentación en el tratamiento de la lipidosis hepática?

La causa principal de la lipidosis hepática es la nutrición inadecuada del gato. Por lo tanto, una sonda de alimentación es fundamental en el tratamiento. Esta sonda proporciona de 4 a 6 comidas al día, asegurando que el gato reciba las proteínas, calorías y líquidos adecuados. Sin esta alimentación regular, el hígado no puede recuperarse. Una sonda de alimentación es el tratamiento más crítico, salvando la vida de muchos gatos.

Si mi gato empieza a comer por sí solo durante el tratamiento para la lipidosis hepática, ¿se puede retirar el tubo inmediatamente?

No. Incluso si el gato ha comido solo varias veces, no se debe retirar la sonda hasta que se logre la estabilidad metabólica. La retirada completa de la sonda solo puede lograrse mediante una evaluación veterinaria. La retirada prematura de la sonda puede provocar la reaparición de la anorexia y la recurrencia de la lipidosis.

¿Por qué la lipidosis hepática causa ictericia en los gatos?

Cuando el hígado se llena de grasa, se altera el metabolismo de la bilirrubina y esta se acumula en el torrente sanguíneo. Esto causa ictericia, una coloración amarillenta distintiva del blanco de los ojos, las encías y la piel. La ictericia es un signo de progresión de la lipidosis hepática y de un deterioro grave de la función hepática.

¿Cómo se diagnostica la lipidosis hepática?

El diagnóstico se realiza mediante una combinación de examen clínico, análisis de sangre, elevación de enzimas hepáticas, elevación de bilirrubina y hallazgos ecográficos. Si es necesario, se puede realizar una biopsia hepática, pero en la mayoría de los casos, la presentación clínica y los resultados de laboratorio por sí solos son suficientes para el diagnóstico.

¿La lipidosis hepática es mortal en los gatos?

Si no se trata, sí, suele ser mortal. Sin embargo, si se diagnostica a tiempo y se inicia un tratamiento de apoyo, las tasas de éxito son altas. Lo fundamental es que el gato no pase mucho tiempo sin comer y que el tratamiento no se retrase.

¿Puede la lipidosis hepática causar signos neurológicos en los gatos?

Sí. Cuando el hígado no puede filtrar las toxinas, estas llegan al cerebro, causando una crisis neurológica conocida como encefalopatía hepática. Esto puede provocar cambios de comportamiento, inestabilidad, deterioro de la memoria, desorientación y, en etapas avanzadas, coma. Se trata de una emergencia y requiere intervención inmediata.

¿Cuánto tiempo se tarda en tratar la lipidosis hepática en gatos?

La recuperación suele tardar entre 3 y 8 semanas. Si bien algunos gatos se recuperan más rápido, los casos graves pueden tardar más. Esto depende completamente del apetito del gato, la adherencia a la sonda de alimentación, la gravedad del daño hepático y cualquier afección médica subyacente.

¿La lipidosis hepática reaparece?

Sí, existe riesgo de recurrencia, especialmente en gatos obesos o con enfermedades crónicas. Si el gato pierde el apetito de nuevo, el mismo mecanismo puede volver a activarse. Por lo tanto, se debe controlar la dieta, el peso, los niveles de estrés y el apetito de los gatos recuperados a lo largo de su vida.

¿La lipidosis hepática es una enfermedad contagiosa en los gatos?

No. La lipidosis hepática no es contagiosa. Es un proceso metabólico que se desarrolla únicamente en función del equilibrio interno del gato. No se transmite a otros gatos ni animales.

¿Cuál es el desencadenante más rápido de la lipidosis hepática en los gatos?

El desencadenante más inmediato es la pérdida de apetito . No comer durante 24 a 48 horas desencadena la lipidosis, especialmente en gatos obesos. Por lo tanto, la pérdida de apetito siempre debe considerarse una emergencia.

¿Qué medicamentos se utilizan en el tratamiento de la lipidosis hepática?

El tratamiento puede incluir medicamentos antieméticos (maropitant, ondansetrón), productos de apoyo hepático (SAMe, silimarina, L-carnitina, taurina), suplementos vitamínicos (vitaminas B12, E y K) y, si es necesario, antibióticos. Sin embargo, los dos componentes más importantes del tratamiento son la sonda de alimentación y el aporte de líquidos .

¿Cómo cuidar a un gato con Lipidosis Hepática en casa?

Los pasos más importantes del cuidado en casa incluyen la alimentación regular por sonda, aumentar la ingesta de agua, alejar al gato de factores de estrés, apoyar el cuidado del pelaje, mantener la higiene de la sonda y asistir a revisiones veterinarias regulares. Mantener esta rutina acelerará la recuperación.

¿Cómo puedo reconocer los primeros signos de la lipidosis hepática?

Los primeros signos incluyen negativa a comer, esconderse, disminución de la actividad, pérdida rápida de peso y mala calidad del pelaje. No es recomendable esperar ni siquiera 24 horas tras notar estos síntomas; el gato debe ser examinado de inmediato.

¿Por qué es necesaria la fluidoterapia en el tratamiento de la lipidosis hepática?

La deshidratación agrava la lipidosis y provoca la acumulación de toxinas en el hígado. La fluidoterapia restablece el equilibrio electrolítico, favorece la circulación sanguínea y mejora la capacidad del hígado para eliminar la grasa. En casos graves, la administración intravenosa de líquidos es crucial.

Mi gato vomita debido a la lipidosis hepática, ¿es normal?

Sí, los vómitos son bastante comunes en la lipidosis hepática. Las toxinas acumuladas en el hígado causan náuseas. Sin embargo, si los vómitos se vuelven más frecuentes o se presenta pérdida de apetito después de vomitar, se debe revisar el programa de tratamiento. Los medicamentos antináuseas son cruciales durante este proceso.

¿Cómo recuperar el apetito durante el proceso de recuperación de la Lipidosis Hepática?

Inicialmente, el equilibrio metabólico se logra mediante la alimentación por sonda. Posteriormente, se anima al gato a alimentarse por sí mismo en pequeñas porciones. Calentar la comida, intensificar su aroma y proporcionar un ambiente tranquilo puede ayudar a recuperar el apetito. Sin embargo, la transición a la autoalimentación debe ser gradual.

¿La lipidosis hepática progresa a insuficiencia hepática en los gatos?

Sí, si no se trata, las células hepáticas se llenan de grasa y mueren, pudiendo desarrollarse insuficiencia hepática. Esta es una etapa crítica difícil de revertir. Por lo tanto, la detección temprana y un tratamiento agresivo son cruciales.

¿Cómo debe ser el entorno doméstico del gato durante el tratamiento de la lipidosis hepática?

El gato debe mantenerse en un entorno tranquilo, limpio y con una temperatura estable. Se deben evitar los cambios repentinos, proporcionarle seguridad dentro de su alcance y minimizar los factores de estrés. La sensación de seguridad es crucial durante el proceso de recuperación.

¿Cuánto tiempo vive un gato con lipidosis hepática?

Con un tratamiento temprano, los gatos pueden recuperarse completamente y vivir sanos durante muchos años. Sin tratamiento, la esperanza de vida es de días a semanas. El éxito del tratamiento suele estar asociado con la transición temprana a una sonda de alimentación y el manejo de las afecciones subyacentes.


Fuentes

  • Asociación Médica Veterinaria Estadounidense (AVMA)

  • Centro de salud felina de Cornell

  • La Asociación Internacional de Gatos (TICA)

  • Clínica Veterinaria Mersin Vetlife – Abrir en el mapa: https://share.google/XPP6L1V6c1EnGP3Oc








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