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Piometra Felina – Síntomas, Diagnóstico, Tratamiento, Cirugía y Cuidados Postoperatorios - piometra en gatos

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    VetSağlıkUzmanı
  • 3 oct
  • 14 Min. de lectura

Actualizado: 29 oct

¿Qué es la piometra felina?

La piometra felina es una enfermedad uterina grave y potencialmente mortal que afecta a gatas no esterilizadas. Se caracteriza por la acumulación de pus dentro del útero, como resultado de una infección bacteriana secundaria a alteraciones hormonales, principalmente por una exposición prolongada a la progesterona. Durante el ciclo estral, las hormonas preparan el útero para una posible gestación, pero si no ocurre la fecundación, este ambiente cálido y húmedo puede convertirse en un medio ideal para el crecimiento bacteriano.

Las bacterias más frecuentemente involucradas en la piometra son Escherichia coli, Staphylococcus spp. y Streptococcus spp.. Estas bacterias ascienden desde la vagina hasta el útero a través del cérvix. Si la infección no se controla a tiempo, la acumulación de pus y toxinas puede provocar una septicemia generalizada, insuficiencia renal y, en casos graves, la muerte del animal.

Existen dos tipos principales de piometra:

  • Piometra abierta: El cuello uterino permanece abierto, permitiendo la salida de secreciones purulentas por la vulva.

  • Piometra cerrada: El cuello uterino está cerrado, lo que impide la salida del pus. Este tipo es mucho más peligroso porque las toxinas se acumulan dentro del cuerpo.

La piometra suele manifestarse en gatas adultas de mediana o avanzada edad, especialmente después de varios ciclos de celo sin esterilización. Sin embargo, también puede presentarse en animales jóvenes si existen desequilibrios hormonales o infecciones recurrentes.

Piometra Felina – Síntomas, Diagnóstico, Tratamiento, Cirugía y Cuidados Postoperatorios - piometra en gatos
Tratamiento de elección: Ovariohisterectomía (OVH)

Causas y factores de riesgo de la piometra en gatos

Las causas de la piometra felina están estrechamente relacionadas con la acción hormonal de la progesterona, que provoca un engrosamiento del revestimiento uterino (endometrio) y una disminución de las defensas naturales del útero. Este ambiente favorece el crecimiento bacteriano, especialmente después de varios ciclos de celo consecutivos sin embarazo.

Entre los principales factores de riesgo se incluyen:

  • Edad avanzada: Las gatas mayores de seis años tienen mayor probabilidad de desarrollar piometra debido a cambios degenerativos en el útero.

  • Terapias hormonales inadecuadas: El uso de progestágenos para suprimir el celo puede predisponer al desarrollo de esta enfermedad.

  • Ciclos reproductivos repetidos sin gestación: Cada ciclo aumenta el riesgo de hiperplasia endometrial quística, lo que facilita la infección.

  • Presencia de infecciones uterinas o vaginales previas: Las bacterias pueden ascender al útero y causar una infección activa.

  • Alteraciones anatómicas: Malformaciones o lesiones en el cuello uterino pueden impedir el drenaje adecuado del útero.

La combinación de estos factores crea un entorno uterino ideal para la proliferación bacteriana y la acumulación de pus. Es importante destacar que la esterilización temprana (ovariohisterectomía) es la medida preventiva más eficaz contra la piometra.

piometra en gatos

Síntomas y signos clínicos de la piometra felina

Los síntomas de la piometra felina pueden variar dependiendo de si la enfermedad es del tipo abierta o cerrada. En la piometra abierta, las secreciones purulentas fluyen a través de la vulva, lo que permite detectar el problema antes de que la infección se generalice. En la piometra cerrada, sin embargo, el pus queda atrapado dentro del útero, lo que provoca una acumulación de toxinas en el organismo y un riesgo mucho mayor.

Los signos clínicos más frecuentes incluyen:

  • Secreción vaginal espesa, amarillenta o con sangre.

  • Aumento del tamaño del abdomen.

  • Pérdida del apetito y letargo general.

  • Fiebre y deshidratación.

  • Aumento en el consumo de agua (polidipsia) y en la producción de orina (poliuria).

  • Náuseas, vómitos o diarrea en casos avanzados.

  • Dolor abdominal al palpar la zona.

  • En casos severos, shock séptico con colapso circulatorio.

La aparición de estos signos requiere atención veterinaria inmediata. Cuanto más tiempo se retrasa el tratamiento, mayor es la posibilidad de insuficiencia renal o ruptura uterina, condiciones que ponen en riesgo la vida de la gata.

Diagnóstico de la piometra en gatos

El diagnóstico de la piometra felina se basa en una combinación de historia clínica, examen físico, análisis de laboratorio y técnicas de imagen. El veterinario suele comenzar con una palpación abdominal para evaluar la presencia de un útero agrandado y sensible.

Los principales métodos diagnósticos incluyen:

  • Ecografía abdominal: Permite visualizar el útero distendido con líquido purulento en su interior. Es el método más fiable y rápido para confirmar la piometra.

  • Radiografía: Puede mostrar un útero dilatado, aunque es menos específica que la ecografía.

  • Análisis de sangre: Muestra un aumento de los glóbulos blancos (leucocitosis), anemia y, en ocasiones, signos de deshidratación o fallo renal.

  • Análisis de orina: Puede revelar signos de infección o compromiso renal.

  • Pruebas bioquímicas: Evalúan el funcionamiento hepático y renal antes de la cirugía.

Un diagnóstico temprano es esencial. La detección mediante ecografía en las primeras etapas puede marcar la diferencia entre una cirugía rutinaria y una emergencia potencialmente fatal.

Piometra Felina – Síntomas, Diagnóstico, Tratamiento, Cirugía y Cuidados Postoperatorios - piometra en gatos
piometra en gatos

Cuidados postoperatorios después de la cirugía de piometra

El período postoperatorio es una fase crítica en la recuperación de una gata sometida a una ovariohisterectomía por piometra. Aunque la cirugía elimina la fuente de infección, el organismo todavía necesita tiempo para eliminar las toxinas y estabilizar sus funciones vitales. Un cuidado meticuloso puede marcar la diferencia entre una recuperación completa y la aparición de complicaciones graves.

Los cuidados más importantes son los siguientes:

1. Control de temperatura y confort:Durante las primeras 24 horas, es común que la gata presente hipotermia o fiebre. Debe mantenerse en un ambiente cálido, tranquilo y libre de corrientes de aire. La observación constante es fundamental para detectar signos de incomodidad o dolor.

2. Administración de medicación:El veterinario prescribirá antibióticos durante 7 a 10 días para prevenir infecciones secundarias. Los analgésicos deben administrarse con regularidad según las indicaciones. Es vital no interrumpir los tratamientos antes de tiempo.

3. Revisión de la herida quirúrgica:La zona abdominal debe revisarse diariamente. No debe presentar enrojecimiento, inflamación ni secreción. En caso de suturas externas, se recomienda evitar que la gata las lama o muerda, utilizando un collar isabelino si es necesario.

4. Alimentación y líquidos:El apetito puede disminuir durante las primeras 24–48 horas. Se aconseja ofrecer comida blanda, altamente digestible y agua fresca en pequeñas cantidades frecuentes. La deshidratación retrasa la recuperación.

5. Restricción de actividad:Durante los primeros 10 a 14 días, la gata no debe saltar ni correr. El reposo es esencial para permitir la cicatrización interna y externa adecuada.

6. Seguimiento veterinario:Se recomienda una revisión entre los 7 y 10 días posteriores a la cirugía para retirar puntos (si no son absorbibles) y verificar la correcta cicatrización.

Una recuperación normal se observa con mejora del apetito, energía y comportamiento en pocos días. Sin embargo, cualquier signo de fiebre, vómitos o secreción anormal debe reportarse de inmediato al veterinario.

Complicaciones y pronóstico en la piometra felina

A pesar de un tratamiento exitoso, la piometra puede dejar secuelas si la enfermedad se detecta tardíamente. Las complicaciones más frecuentes incluyen peritonitis, septicemia, insuficiencia renal aguda y problemas hepáticos secundarios debido a la carga tóxica bacteriana.

Complicaciones postoperatorias posibles:

  • Hemorragia interna: Puede presentarse si las ligaduras ováricas o uterinas fallan.

  • Infección de la herida quirúrgica: Generalmente causada por una manipulación inadecuada o falta de higiene.

  • Dehiscencia de suturas: Ocurre cuando la gata realiza movimientos bruscos o se lame la herida.

  • Shock séptico: Si el pus se libera al abdomen antes o durante la cirugía.

  • Insuficiencia renal: Derivada de la acumulación prolongada de toxinas bacterianas en sangre.

El pronóstico depende directamente del momento del diagnóstico. Cuando la cirugía se realiza a tiempo y el animal se estabiliza correctamente, la recuperación es excelente, con una tasa de éxito superior al 95 %. Sin embargo, si el diagnóstico se retrasa y hay septicemia o fallo renal, la mortalidad puede superar el 30 %.

El seguimiento clínico posterior es fundamental. En gatas con antecedentes de piometra tratadas quirúrgicamente, no existe riesgo de recurrencia, pero deben mantenerse controles rutinarios para asegurar una función renal normal y descartar efectos sistémicos residuales.


Prevención de la piometra en gatas

La prevención de la piometra felina es un aspecto esencial del cuidado reproductivo responsable. Esta enfermedad es completamente evitable si se toman las medidas adecuadas, y la más efectiva de todas es la esterilización temprana (ovariohisterectomía preventiva).

1. Esterilización preventiva:La cirugía antes del primer o segundo celo elimina por completo el riesgo de piometra, ya que el útero y los ovarios —los órganos donde se origina la infección— se retiran. Además, la esterilización temprana reduce la probabilidad de tumores mamarios hormonodependientes y mejora la calidad de vida de la gata a largo plazo.

2. Evitar el uso de tratamientos hormonales:El empleo de fármacos progestágenos para suprimir el celo, como el acetato de megestrol o el medroxiprogesterona, aumenta significativamente el riesgo de hiperplasia endometrial y piometra. Su uso prolongado o sin supervisión veterinaria es una de las causas más comunes de esta enfermedad.

3. Control veterinario periódico:Las gatas no esterilizadas deben someterse a revisiones ginecológicas regulares. Un control ecográfico anual puede detectar alteraciones en el útero antes de que aparezcan los signos clínicos.

4. Higiene y ambiente saludable:Mantener una higiene adecuada en la zona genital, especialmente durante el celo, y evitar la exposición a machos no controlados disminuye el riesgo de infecciones ascendentes.

5. Educación al propietario:Es importante que los tutores comprendan que la piometra no es una simple infección, sino una condición potencialmente mortal. Informar sobre los signos iniciales y la importancia de la esterilización es clave para reducir su incidencia.

La prevención no solo evita una enfermedad grave, sino también el sufrimiento innecesario del animal y los altos costos del tratamiento quirúrgico y postoperatorio.

Diferencias entre piometra abierta y cerrada

La distinción entre piometra abierta y piometra cerrada es fundamental tanto para el diagnóstico como para el tratamiento. Aunque ambas son infecciones uterinas graves, difieren en su presentación clínica y en el nivel de riesgo para la vida del animal.

Tipo de Piometra

Características principales

Riesgo vital

Diagnóstico

Tratamiento

Piometra abierta

El cuello uterino permanece abierto, permitiendo la salida del pus por la vulva.

Moderado

Se identifica fácilmente por la secreción visible.

Cirugía (OHE) después de estabilización; a veces tratamiento médico en casos seleccionados.

Piometra cerrada

El cuello uterino está completamente cerrado, el pus se acumula dentro del útero.

Muy alto

Difícil de diagnosticar, ya que no hay secreción visible; requiere ecografía.

Cirugía de urgencia; riesgo alto de ruptura uterina y septicemia.

En la piometra abierta, la presencia de secreción purulenta y un olor fuerte alertan al propietario rápidamente. En cambio, en la piometra cerrada, los signos son más sutiles: letargo, fiebre, anorexia y abdomen distendido. Esta última forma es mucho más peligrosa porque las toxinas se absorben en la sangre y pueden causar un shock séptico fatal si no se actúa con rapidez.

Por ello, cualquier gata no esterilizada que presente síntomas de malestar general tras un celo debe ser evaluada mediante ecografía abdominal inmediata, incluso si no hay secreción visible. El tiempo de diagnóstico es determinante para la supervivencia.


Relación entre la piometra y el ciclo estral de la gata

La piometra felina está íntimamente ligada al ciclo estral y a los cambios hormonales que ocurren durante las diferentes fases reproductivas. A diferencia de los perros, las gatas son ovuladoras inducidas, lo que significa que solo ovulan tras la cópula. Sin embargo, incluso sin apareamiento, el útero de una gata experimenta transformaciones hormonales que pueden predisponerla a la piometra.

Durante la fase diestrus, el nivel de progesterona aumenta de forma natural. Esta hormona tiene el objetivo de preparar el útero para una posible gestación, promoviendo el engrosamiento del endometrio y reduciendo la contractilidad uterina. No obstante, si no ocurre embarazo, este entorno permanece cerrado y húmedo, convirtiéndose en un medio ideal para la proliferación de bacterias como Escherichia coli.

Con cada ciclo hormonal, el útero sufre cambios repetitivos que pueden derivar en una hiperplasia endometrial quística. Este proceso debilita la barrera natural del endometrio y permite la entrada y multiplicación de microorganismos.

En resumen:

  • La progesterona es el principal factor hormonal implicado en la piometra.

  • Las gatas con múltiples ciclos de celo no controlados son las más susceptibles.

  • El uso de tratamientos hormonales que imitan la progesterona aumenta drásticamente el riesgo.

La relación entre la piometra y el ciclo estral explica por qué la enfermedad aparece con mayor frecuencia unas semanas después del celo, cuando el cuello uterino aún no se ha cerrado completamente y las bacterias pueden ascender con facilidad. Comprender esta conexión hormonal es fundamental para aplicar medidas preventivas adecuadas, como la esterilización temprana.

Consejos para propietarios de gatas con piometra

El diagnóstico de piometra puede ser alarmante para los propietarios, pero una respuesta rápida y un manejo adecuado aumentan notablemente las probabilidades de recuperación. A continuación se detallan los consejos más importantes que todo tutor debe seguir ante esta enfermedad:

1. Buscar atención veterinaria inmediata:La piometra es una emergencia médica. No se debe intentar tratar con remedios caseros ni retrasar la visita al veterinario. Cuanto antes se actúe, mejores serán las posibilidades de supervivencia.

2. No administrar medicamentos sin prescripción:Los antibióticos o antiinflamatorios administrados por cuenta propia pueden enmascarar los síntomas y retrasar el diagnóstico correcto.

3. Seguir estrictamente las indicaciones postoperatorias:Después de la cirugía, hay que cumplir el plan de medicación y los controles clínicos. Los antibióticos deben completarse incluso si la gata parece recuperada.

4. Proporcionar un entorno tranquilo y cómodo:Durante la recuperación, la gata necesita un lugar cálido, sin ruidos ni estrés. Evitar el contacto con otros animales y ofrecer una cama limpia y accesible es esencial.

5. Controlar la alimentación y la hidratación:Ofrecer pequeñas porciones de alimento húmedo de alta calidad y asegurar un acceso constante a agua fresca ayuda a restablecer las funciones renales y hepáticas.

6. Programar controles posteriores a la recuperación:Incluso después de una cirugía exitosa, el veterinario puede recomendar exámenes de sangre o ecografías de control para asegurarse de que no existan complicaciones internas.

7. Considerar la esterilización preventiva en otras gatas del hogar:Si hay más gatas sin esterilizar, deben operarse para evitar que desarrollen la misma condición.

El papel del propietario es crucial: la observación temprana de signos como secreción vaginal, letargo o pérdida de apetito puede salvar la vida del animal. La comunicación constante con el veterinario y el cumplimiento riguroso del tratamiento son los pilares del éxito terapéutico.


Recuperación y seguimiento a largo plazo

La recuperación de una gata tras una cirugía de piometra depende del grado de avance de la infección, del estado general del animal antes de la operación y del cuidado postoperatorio que reciba. En la mayoría de los casos, con una intervención temprana y una atención adecuada, la recuperación es completa y sin secuelas.

Durante las primeras semanas después de la cirugía, la gata puede presentar una leve disminución de energía, apetito o tolerancia al ejercicio. Sin embargo, estos signos suelen resolverse en pocos días. Es fundamental mantener una observación continua para detectar cualquier signo de fiebre, secreción anormal o dolor abdominal.

Fases de recuperación típica:

  • Primeras 24–48 horas: reposo absoluto, control de temperatura y administración de antibióticos y analgésicos.

  • Día 3–7: mejora progresiva del apetito y actividad. La herida quirúrgica debe mantenerse limpia y seca.

  • Día 10–14: retirada de puntos (si no son absorbibles) y reanudación gradual de la actividad física.

  • Después de 1 mes: el organismo suele estar completamente recuperado.

Seguimiento a largo plazo:Después de la cirugía, se recomienda realizar revisiones veterinarias periódicas cada seis meses. En estos controles, se evalúan los parámetros sanguíneos y el funcionamiento renal, ya que la piometra avanzada puede haber causado daños temporales en los riñones o el hígado.

También es importante realizar controles de peso y ajustar la dieta, ya que algunas gatas tienden a ganar peso después de la esterilización. Un plan nutricional equilibrado y actividad física moderada ayudan a mantener una buena salud metabólica.

En los casos en los que la piometra fue diagnosticada tardíamente y hubo septicemia o daño renal, el seguimiento debe ser más riguroso, con controles analíticos cada tres meses durante el primer año.

En resumen, la piometra es una enfermedad grave pero altamente controlable con una intervención quirúrgica oportuna y cuidados postoperatorios adecuados. La mayoría de las gatas operadas a tiempo llevan una vida normal y saludable tras su recuperación.


Preguntas frecuentes sobre la piometra felina

¿Qué es exactamente la piometra felina y por qué es tan peligrosa?

La piometra es una infección purulenta del útero que ocurre en gatas no esterilizadas. Es peligrosa porque el pus y las toxinas pueden filtrarse a la sangre, provocando septicemia y fallo multiorgánico. Sin cirugía, la mortalidad es extremadamente alta.

¿A qué edad puede aparecer la piometra en una gata?

Aunque suele diagnosticarse en gatas mayores de 6 años, puede aparecer en animales jóvenes si se han administrado tratamientos hormonales o si han pasado por varios celos sin quedar preñadas.

¿La piometra afecta solo a las gatas mayores?

No necesariamente. Las gatas jóvenes también pueden sufrir piometra si tienen desequilibrios hormonales, infecciones uterinas previas o si se han utilizado fármacos progestágenos.

¿Cuáles son los primeros signos visibles de piometra?

Los síntomas iniciales incluyen letargo, pérdida de apetito, fiebre y aumento del consumo de agua. En la piometra abierta puede observarse una secreción purulenta con mal olor que sale de la vulva.

¿Cómo puedo saber si mi gata tiene piometra abierta o cerrada?

En la piometra abierta, verás una secreción amarillenta o sanguinolenta por la vulva. En la cerrada, no hay secreción visible y la gata se muestra más decaída, con abdomen hinchado y fiebre alta.

¿Qué debo hacer si sospecho que mi gata tiene piometra?

Debes acudir inmediatamente al veterinario. Es una urgencia médica. No intentes tratarla en casa, ya que el retraso puede poner en riesgo su vida.

¿Cómo se diagnostica la piometra en gatos?

Se confirma mediante ecografía abdominal, análisis de sangre y, en algunos casos, radiografías. La ecografía permite visualizar el útero dilatado lleno de líquido purulento.

¿Cuál es el tratamiento más seguro para la piometra felina?

El tratamiento quirúrgico (ovariohisterectomía) es el más seguro y definitivo. La extracción del útero y los ovarios elimina la fuente de infección y evita recurrencias futuras.

¿Existe un tratamiento médico sin cirugía?

Sí, pero se aplica solo en casos seleccionados de piometra abierta y con fines reproductivos. Consiste en antibióticos y prostaglandinas, aunque tiene una tasa de éxito baja y un alto riesgo de recaída.

¿Cuánto tiempo dura la recuperación después de la cirugía de piometra?

El proceso de recuperación dura entre 10 y 14 días, aunque la recuperación completa del organismo puede tardar un mes. Con cuidados adecuados, la gata vuelve a su rutina normal rápidamente.

¿La piometra puede reaparecer después de la cirugía?

No. Una vez extirpados el útero y los ovarios, la piometra no puede reaparecer. Sin embargo, es importante mantener revisiones regulares para asegurar que no existan complicaciones postoperatorias.

¿Qué cuidados debo tener después de la cirugía?

Debes mantener la herida limpia y seca, administrar los medicamentos según las indicaciones del veterinario, evitar saltos o juegos bruscos y controlar el apetito y la temperatura corporal.

¿La piometra se puede prevenir con medicamentos?

No. La única forma efectiva de prevenirla es mediante la esterilización quirúrgica. Los medicamentos hormonales aumentan el riesgo, en lugar de reducirlo.

¿Qué pasa si la piometra no se trata a tiempo?

Puede ocurrir una ruptura uterina que libera pus en el abdomen, causando peritonitis y shock séptico. En esos casos, la probabilidad de muerte es muy alta, incluso con tratamiento intensivo.

¿Cuánto cuesta una cirugía de piometra en gatos?

El costo varía según el país, la clínica y la gravedad del caso. En promedio, puede oscilar entre 150 y 600 euros, o su equivalente en moneda local, incluyendo hospitalización y medicación postoperatoria.

¿La piometra puede afectar los riñones de la gata?

Sí. Las toxinas bacterianas pueden dañar los riñones, causando insuficiencia renal aguda. Por eso es importante realizar análisis sanguíneos antes y después de la cirugía.

¿Cuáles son los antibióticos más usados para tratar la piometra?

Generalmente se utilizan cefalosporinas de tercera generación, amoxicilina con ácido clavulánico o fluoroquinolonas, según los resultados del cultivo y la sensibilidad bacteriana.

¿Qué diferencias hay entre la piometra felina y la canina?

En las gatas, la ovulación inducida modifica la fisiología uterina, lo que hace que la piometra sea menos común que en las perras, pero igual de peligrosa. Además, en felinos suele pasar más desapercibida en etapas tempranas.

¿Puede una gata esterilizada desarrollar piometra?

No una piometra verdadera, ya que no tiene útero. Sin embargo, en casos raros puede presentarse un "muñón uterino infectado" si queda tejido residual tras una cirugía incompleta.

¿La piometra es contagiosa entre gatos?

No, no es contagiosa. Es una enfermedad individual relacionada con el sistema hormonal, no con una transmisión directa entre animales.

¿Cuánto tiempo debo esperar para que mi gata se recupere completamente?

Con un cuidado adecuado, en unas tres semanas la gata puede considerarse completamente recuperada. En casos graves, la recuperación total puede tardar hasta un mes.

¿Qué tipo de dieta es recomendable durante la recuperación?

Alimentos blandos, húmedos y ricos en proteínas. Las dietas de recuperación veterinaria ayudan a mantener la hidratación y aportan energía sin sobrecargar el sistema digestivo.

¿Cuándo debo retirar los puntos de la cirugía?

Generalmente entre los 10 y 14 días, dependiendo del tipo de sutura utilizada. El veterinario determinará si es necesario retirarlos o si se absorberán solos.

¿Cómo puedo evitar que mi gata sufra piometra en el futuro?

La medida más efectiva es la esterilización antes del primer o segundo celo. También es fundamental evitar tratamientos hormonales y acudir a controles veterinarios regulares.

¿Qué pronóstico tiene una gata con piometra si se trata a tiempo?

El pronóstico es excelente. Más del 95 % de las gatas tratadas quirúrgicamente a tiempo se recuperan completamente y llevan una vida normal.

¿Qué debo hacer si mi gata vuelve a mostrar síntomas después de la cirugía?

Debes acudir de inmediato al veterinario. Aunque la piometra no puede reaparecer, podrían existir complicaciones postoperatorias como infecciones, abscesos o problemas renales secundarios.


Fuentes (Sources)

  • American Veterinary Medical Association (AVMA)

  • Cornell University College of Veterinary Medicine

  • The International Cat Care (ICC)

  • Royal Veterinary College (RVC)

  • Mersin Vetlife Veterinary Clinic – Haritada Aç: https://share.google/XPP6L1V6c1EnGP3Oc

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