Síntomas de la rabia en perros: signos tempranos, cambios de comportamiento y etapas de la rabia
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¿Qué es la rabia en los perros?
La rabia es una enfermedad zoonótica causada por el virus de la rabia , que ataca el sistema nervioso central de los perros. Es una enfermedad infecciosa (transmitida de animales a humanos) casi 100% mortal una vez que aparecen los síntomas clínicos. Afecta principalmente al cerebro y la médula espinal. Por lo tanto, los síntomas suelen manifestarse como cambios de comportamiento , trastornos neurológicos y parálisis progresiva .
El virus de la rabia suele entrar en el cuerpo de los perros a través de mordeduras . Tras multiplicarse brevemente en el tejido muscular en el punto de entrada, el virus se adhiere a las terminaciones nerviosas periféricas y viaja a través de ellas hasta llegar al cerebro. Una vez en el cerebro, se multiplica rápidamente y causa daño neurológico irreversible. En este punto, la enfermedad se manifiesta clínicamente y no hay posibilidad de tratamiento.
La rabia canina no es solo un problema de salud individual, sino también un grave problema de salud pública que afecta a la comunidad . Un perro sospechoso de tener rabia representa un riesgo para las personas y otros animales que entran en contacto con él. Por lo tanto, la rabia es una enfermedad de declaración obligatoria en muchos países y requiere notificación legal.
Uno de los aspectos más críticos de la enfermedad es su período de incubación variable . Si bien los síntomas aparecen en pocas semanas en algunos perros, en otros pueden tardar meses. Esto dificulta la detección temprana y el control de la enfermedad .

¿Cómo se transmite el virus de la rabia en los perros?
La forma más común de propagación del virus de la rabia en los perros es a través de la mordedura de un animal infectado . Durante la mordedura, el virus penetra en los tejidos del perro a través de la saliva del animal infectado. Las heridas abiertas, las membranas mucosas (boca, nariz, ojos) o la piel dañada son puntos de entrada para el virus.
La transmisión no se limita a mordeduras graves. Aunque es poco frecuente, el contacto de saliva con una herida abierta al rascarse , o el contacto de saliva infectada con las mucosas de la boca o los ojos, también puede provocar la transmisión. Sin embargo, no se prevé la transmisión a través de la piel intacta.
Las fuentes más importantes de propagación de la rabia en los perros son:
Perros callejeros portadores de rabia
Animales salvajes infectados (como zorros, chacales, lobos y murciélagos)
Mascotas no vacunadas
El virus no entra inmediatamente al torrente sanguíneo tras entrar en el organismo. Por lo tanto, no es posible un diagnóstico temprano mediante análisis de sangre . Dado que el virus se propaga a través del tejido nervioso, el sistema inmunitario podría no detectarlo durante mucho tiempo. Esto explica por qué la rabia es una enfermedad tan insidiosa y peligrosa.
La ubicación de la mordedura también afecta la tasa de transmisión. Las mordeduras cerca de la cabeza, el cuello y las extremidades anteriores provocan síntomas clínicos con mayor rapidez debido a la menor distancia al cerebro. En zonas como las patas traseras, el período de incubación puede ser más largo.
El contacto entre un perro no vacunado y un animal sospechoso de rabia debe considerarse una situación de emergencia y crítica . Tras dicho contacto, es fundamental iniciar de inmediato los procedimientos oficiales y gestionar el proceso bajo la supervisión de un veterinario.

Signos tempranos de la rabia en los perros
Las primeras etapas de la rabia canina suelen presentar síntomas vagos e inespecíficos . Dado que los hallazgos en esta etapa pueden confundirse con los de muchas otras enfermedades, el diagnóstico suele retrasarse. Sin embargo, este período es crucial para la detección de la enfermedad.
Los síntomas tempranos más comunes en los perros son:
Inquietud inexplicable o, por el contrario, calma inusual
Cambio de comportamiento hacia el propietario y el medio ambiente
Disminución del apetito o pérdida intermitente del apetito.
Fiebre leve
Lamido excesivo, comportamiento obsesivo especialmente en la zona de la mordedura o contacto.
Una respuesta de sobresalto exagerada a estímulos que normalmente no provocan una reacción.
Durante este período, algunos perros pueden volverse más retraídos , mientras que otros pueden mostrar una actividad excesiva e inquietud. La inquietud repentina en un perro tranquilo, o por el contrario, el letargo en un perro activo, deben evaluarse cuidadosamente.
La característica más engañosa de las primeras etapas es la naturaleza fluctuante de los síntomas. Un día el perro puede comportarse con normalidad, mientras que al día siguiente puede mostrar inquietud y un comportamiento extraño. Esto puede llevar a los dueños a subestimar la situación. Sin embargo, esta variabilidad es bastante típica de la rabia.
Si un perro con antecedentes de mordeduras o contacto con animales callejeros muestra estos síntomas, la rabia debe considerarse entre los principales diagnósticos diferenciales .

Cambios de comportamiento en perros con rabia
Uno de los aspectos más llamativos y distintivos de la rabia son los profundos cambios de comportamiento que provoca en los perros. Estos cambios se vuelven más pronunciados y peligrosos a medida que la enfermedad progresa.
Los cambios de comportamiento observados con mayor frecuencia son:
Agresión no provocada hacia el propietario o personas que el propietario conoce
Tendencia repentina a morder en perros que normalmente no son agresivos.
Reacciones incontroladas al ruido o la luz excesivos.
Ladridos constantes, aullidos o ruidos sin sentido
El deseo de escapar, el intento de liberarse de las cadenas, de chocar contra las paredes.
Sin embargo, en algunos perros se presenta el cuadro opuesto. Estos animales parecen haber perdido el contacto con su entorno, volviéndose insensibles , con la mirada perdida y apatía. Esta puede ser una de las primeras señales de alerta de la "rabia silenciosa".
Los cambios de comportamiento no se limitan solo a la agresión. Los perros pueden presentar reflejos de deglución alterados , espuma en la boca, salivación excesiva y comportamiento de pánico con sensación de atragantamiento. Esta es la causa subyacente de la apariencia comúnmente conocida como "espumante".
Los perros en esta etapa representan un grave riesgo tanto para las personas como para otros animales del entorno . Por lo tanto , se debe evitar estrictamente el contacto directo con perros con comportamiento anormal, especialmente los agresivos .

Costo del diagnóstico, tratamiento y cuarentena de la rabia en perros
Cuando se sospecha rabia en perros, el proceso se desarrolla no solo dentro del marco médico, sino también dentro del legal y administrativo . Esto se debe a que la rabia es una enfermedad que afecta directamente a la salud pública y es de declaración obligatoria . Por lo tanto, el diagnóstico, el tratamiento y la cuarentena deben considerarse conjuntamente.
Proceso de diagnóstico
No es posible realizar un diagnóstico definitivo de rabia en un perro vivo con pruebas fiables tras la aparición de los signos clínicos . El diagnóstico suele basarse en los siguientes factores:
Historial de mordedura o sospecha de contacto
Cambios de comportamiento y hallazgos neurológicos
La enfermedad tiene un curso progresivo e irreversible.
El diagnóstico definitivo solo es posible mediante métodos de laboratorio, como la prueba de anticuerpos fluorescentes directos (AFD), realizada en tejido cerebral tras la muerte. Esto explica por qué la rabia se describe como una enfermedad "prevenible pero incurable".
Opciones de tratamiento
No existe un tratamiento eficaz para la rabia canina una vez que aparecen los síntomas clínicos. Las intervenciones de apoyo posteriores a esta etapa no curan la enfermedad ni eliminan el riesgo de transmisión. Por lo tanto, la eutanasia es una práctica legal y obligatoria en muchos países para perros con una alta sospecha de rabia.
Cuarentena y costos
El proceso puede ser diferente para perros con estado de vacunación conocido o registrado:
Perros vacunados : Se mantienen bajo vigilancia oficial durante períodos específicos (normalmente entre 10 y 45 días).
Perros que no estén vacunados o cuyo estado de vacunación se desconozca : se puede considerar la cuarentena a largo plazo o la eutanasia.
El proceso de cuarentena incluye los costos de alojamiento, clínicas, instalaciones oficiales y seguimiento. Si bien varía según el país y la práctica, este proceso implica:
Observación clínica
Condiciones de aislamiento
Puede resultar costoso debido a elementos como notificaciones e informes oficiales.
Por lo tanto, la forma más rentable y segura de combatir la rabia es la vacunación preventiva .

Etapas de la rabia en perros (fase prodrómica, excitativa y paralítica)
La rabia canina suele progresar a través de tres etapas clínicas . Si bien el tiempo de estas etapas puede variar en cada perro, el curso general es similar.
Período prodrómico
Esta etapa se considera la fase temprana e indeterminada de la rabia. Suele durar de 1 a 3 días. Los síntomas observados durante este período incluyen:
Inquietud leve o retraimiento
Disminución del interés en el propietario
Dificultad leve para tragar.
Lamido o rascado excesivo en el lugar de la picadura.
Esta etapa suele pasar desapercibida o se confunde con otras enfermedades. Sin embargo, es la etapa más insidiosa y peligrosa de la rabia.
Fase excitativa (agresiva)
Este período es la fase más conocida y temida por el público. Los síntomas son los siguientes:
Agresión violenta
Intentos de morder sin provocación
Sensibilidad al ruido y a la luz excesivos.
Ladridos constantes, aullidos
Salivación excesiva y formación de espuma en la boca.
En esta etapa los perros se vuelven incontrolables y suponen un grave riesgo para el medio ambiente.
Período paralítico (silencioso)
Esta es la etapa final de la enfermedad y suele ser mortal. Durante este período:
Parálisis en los músculos de la mandíbula y la garganta.
Pérdida completa del reflejo de deglución.
Parálisis que progresa a partir de las patas traseras.
Se produce pérdida de conciencia e insuficiencia respiratoria.
La fase paralítica a veces puede desarrollarse sin agresión. Esto se denomina «rabia silenciosa» y dificulta aún más el diagnóstico.
Hallazgos de rabia silenciosa y rabia atípica en perros
La rabia canina no siempre se manifiesta con agresividad y agitación extrema. En algunos casos, la enfermedad se presenta como rabia silenciosa (rabia paralítica) . Esta forma suele pasarse por alto y diagnosticarse debido a la ausencia de agresividad aparente. Sin embargo, la rabia silenciosa es tan mortal y contagiosa como la rabia convencional .
Los hallazgos más destacados en la rabia silenciosa son los siguientes:
Letargo general, debilidad y falta de interés por el entorno.
Debilitamiento del vínculo con el propietario, falta de reacción.
Movimientos lentos y vacilantes
Debilidad en los músculos de la mandíbula, permaneciendo la boca medio abierta.
Dificultad para tragar y consecuente acumulación de saliva.
En esta forma, los perros generalmente no muerden , pero el riesgo de contacto persiste porque el virus sigue presente en la saliva. La transmisión puede ocurrir especialmente al babear o lamerse. Por lo tanto, la rabia asintomática no debe percibirse como inofensiva.
En casos atípicos de rabia, los síntomas no se ajustan al cuadro clínico habitual . Algunos perros pueden presentar síntomas digestivos (vómitos, pérdida de apetito), mientras que otros solo pueden presentar trastornos neurológicos leves. Esta variabilidad explica por qué la rabia es una enfermedad tan difícil de diagnosticar.
Siempre debe tenerse presente la posibilidad de rabia silenciosa y atípica, especialmente en perros cuyo estado de vacunación se desconoce, que han tenido contacto con animales callejeros y que presentan síntomas neurológicos inexplicables.
Síntomas del sistema nervioso en la rabia canina
Dado que el virus de la rabia ataca directamente los sistemas nerviosos central y periférico , el cuadro clínico de la enfermedad está determinado en gran medida por síntomas neurológicos. Estos síntomas son progresivos, irreversibles y mortales.
Los principales síntomas neurológicos observados en la rabia en perros son los siguientes:
Problemas de coordinación y tambaleo.
Espasmos musculares y contracciones involuntarias
La parálisis generalmente progresa y comienza en las patas traseras.
Pérdida de función en los músculos mandibulares y faríngeos.
Confusión y disminución de la conciencia del entorno.
Cuando el virus llega al cerebro, se desarrolla encefalitis . Esta se manifiesta con cambios de comportamiento, pérdida de consciencia y alteración de los reflejos. Simultáneamente, la afectación de la médula espinal provoca una rápida progresión de la parálisis.
Una alteración del reflejo de deglución puede impedir que los perros beban agua. Esto constituye la base del concepto erróneo conocido como "miedo al agua". En realidad, el perro no le teme al agua; es la parálisis de los músculos de la deglución la que le impide beber , lo que le causa una gran incomodidad.
Una vez que comienzan los síntomas neurológicos, la enfermedad suele causar la muerte en cuestión de días . En esta etapa, el riesgo es máximo tanto para los animales como para las personas que entran en contacto con ellos.
¿Cómo se diagnostica la rabia en los perros?
En los perros, el diagnóstico de la rabia, a diferencia de muchas otras enfermedades infecciosas , no puede confirmarse definitivamente en animales vivos . Esto se debe principalmente a que el virus de la rabia se instala en el tejido nervioso tras la aparición de los signos clínicos, y no existe una prueba diagnóstica fiable y rápida en vivo.
Al realizar un diagnóstico, los veterinarios consideran los siguientes criterios en conjunto:
Historial de sospecha de mordedura o contacto.
Estado de vacunación del perro
Tipo y progresión de los síntomas clínicos
Cambios de comportamiento y hallazgos neurológicos
Los análisis de sangre, las pruebas bioquímicas o los métodos de imagen rutinarios realizados en un perro vivo no confirman el diagnóstico de rabia. Estas pruebas solo se utilizan para el diagnóstico diferencial .
La rabia se diagnostica definitivamente mediante análisis de laboratorio del tejido cerebral tras la muerte. El método más común es:
Prueba de anticuerpos fluorescentes directos (DFA)
Esta prueba detecta antígenos del virus de la rabia en el tejido cerebral con gran precisión y se considera el estándar de oro en todo el mundo.
En el caso de un perro con sospecha de rabia, la gestión del riesgo prima sobre el diagnóstico. Esto se debe a que existe un grave riesgo para la salud humana y animal durante el tiempo que lleva confirmar el diagnóstico. Por lo tanto, se inician procedimientos legales de inmediato ante la sospecha clínica.
Opciones de tratamiento y pronóstico de la rabia en perros
El aspecto más cruel de la rabia canina es que no existe cura una vez que aparecen los síntomas . Estudios científicos hasta la fecha han demostrado que ningún tratamiento aplicado tras la aparición de los síntomas ha curado la enfermedad.
Los tratamientos de apoyo (como la administración de líquidos, la sedación y el control del dolor) pueden proporcionar solo un alivio temporal. Sin embargo:
No detiene los efectos devastadores del virus sobre el sistema nervioso.
No elimina el contagio.
No cambia el curso fatal de la enfermedad.
Por lo tanto, el pronóstico es extremadamente malo en perros con fuerte sospecha de rabia y prácticamente no hay expectativas de recuperación.
En muchos países y prácticas, la eutanasia de perros con rabia confirmada se considera un enfoque aceptado y necesario, tanto para el bienestar animal como para la salud pública. Esta decisión se toma para evitar el sufrimiento del animal y eliminar el riesgo de transmisión a los humanos.
El verdadero éxito en la lucha contra la rabia reside en la prevención , no en el tratamiento. La vacunación regular, la prevención del contacto incontrolado con animales y la intervención rápida en casos sospechosos son las únicas maneras eficaces de prevenir la enfermedad.
Riesgo de transmisión de la rabia de perros a humanos
La rabia es una enfermedad zoonótica , y el riesgo de transmisión de perros a humanos es extremadamente alto. Una vez que la rabia se desarrolla en humanos, la enfermedad es casi 100% mortal . Por lo tanto, la sospecha de rabia en perros constituye una situación de emergencia que afecta directamente la vida humana , no solo la salud animal.
Las formas más comunes de propagación del virus a los humanos son a través de las siguientes vías:
Mordedura de un perro rabioso
Contacto de una herida abierta o piel agrietada con saliva infectada.
Contacto de la saliva con las membranas mucosas como la boca, la nariz o los ojos.
El virus de la rabia puede empezar a aparecer en la saliva del perro poco antes de que aparezcan los síntomas clínicos . Esto significa que incluso un perro que aún no parezca estar enfermo puede ser contagioso.
La ubicación de la mordedura afecta la velocidad de desarrollo de la enfermedad en humanos. En concreto:
Mordeduras en la zona de la cabeza y el cuello.
Lesiones profundas que ocurren en las manos y los dedos.
Esto permite que el virus llegue al cerebro con mayor rapidez. Este contacto se considera una exposición de alto riesgo .
En personas que han estado en contacto con un perro sospechoso de rabia , la vacunación preventiva y el tratamiento con inmunoglobulina administrados antes de la aparición de los síntomas pueden prevenir la enfermedad. Sin embargo, una vez que aparecen los síntomas, tampoco existe posibilidad de tratamiento en humanos. Por lo tanto, cualquier pérdida de tiempo tras el contacto supone un riesgo mortal .
Formas de prevenir la rabia en los perros
La forma más eficaz y fiable de combatir la rabia canina es mediante medidas preventivas . Dado que la enfermedad no se puede tratar una vez que ha aparecido, las estrategias de prevención son de vital importancia.
Los pilares de la protección son:
Programas regulares de vacunación contra la rabia
Prevenir el contacto incontrolado entre perros y animales callejeros.
No se permite el contacto con animales salvajes.
Evaluación veterinaria inmediata después de una mordedura o contacto sospechoso.
Los perros vacunados tienen un riesgo extremadamente bajo de desarrollar rabia. La vacunación no solo protege al perro, sino también al dueño, a su familia y a la comunidad . Por lo tanto, la vacunación antirrábica no debe considerarse una decisión individual, sino una responsabilidad social .
En caso de sospecha de contacto, el primer paso es lavar bien la herida con abundante agua y jabón . Este sencillo procedimiento puede reducir significativamente la carga viral. Posteriormente, se debe informar al veterinario y a las autoridades competentes según los procedimientos oficiales.
La prevención de la rabia canina no se limita solo a la vacunación. La concienciación de los dueños, la detección temprana de cambios de comportamiento y la seriedad de los contactos de riesgo son fundamentales para controlar la enfermedad.
La importancia de la vacunación antirrábica en perros y el calendario de vacunación
La única solución verdadera, fiable y más eficaz para combatir la rabia canina es la vacunación . La vacuna antirrábica proporciona protección antes de la exposición a la enfermedad , no después de su desarrollo. Por lo tanto, la vacuna antirrábica no es un tratamiento curativo, sino puramente preventivo .
Incluso si un perro vacunado entra en contacto con el virus de la rabia, su sistema inmunitario tiene la capacidad de neutralizarlo. Esto salva la vida del perro y rompe la cadena de transmisión a los humanos . Por lo tanto, la vacunación antirrábica se considera no solo una medida de salud individual, sino también una práctica de salud pública .
Los principios generales de vacunación son los siguientes:
La primera vacuna antirrábica suele administrarse después de los 3 meses de edad.
Se administra una dosis de refuerzo después de la primera vacunación para garantizar una inmunidad duradera.
Posteriormente se repite anualmente la vacuna antirrábica.
Los calendarios de vacunación pueden variar según el país y las circunstancias. Sin embargo, los perros que no reciben las vacunas regulares se consideran de alto riesgo en caso de sospecha de rabia y pueden estar sujetos a procedimientos legales más estrictos.
Mantener registros de vacunación precisos también es fundamental. Una vacuna antirrábica sin registros oficiales podría no considerarse válida en caso de sospecha de exposición. Esto afecta directamente el período de cuarentena y las precauciones que deben tomarse.
Qué deben hacer los dueños de perros si se sospecha que su perro tiene rabia.
Cuando se sospecha que un perro tiene rabia, la acción correcta o incorrecta que se tome puede tener consecuencias irreversibles . Por lo tanto, es vital que los dueños actúen de forma consciente y controlada.
Los primeros pasos son los siguientes:
Detener inmediatamente el contacto directo con el perro.
En caso de mordedura o contacto con saliva, no intervenir con las manos desnudas.
Aislar al perro de otras personas y animales.
El perro no debe soltarse bajo ningún concepto ni debe entrar en contacto con otros animales. Soltarlo en la calle por pánico tiene graves consecuencias legales y sanitarias .
Después de una sospecha de mordedura o contacto:
La herida de la persona afectada debe lavarse bien con agua y jabón durante un período prolongado.
Debe buscar atención médica lo antes posible.
Se debe informar a los veterinarios y a las instituciones oficiales pertinentes.
Los perros sospechosos de tener rabia nunca deben ser vigilados en secreto en el hogar . Esto pone en grave riesgo tanto al dueño como a quienes los rodean. La rabia no es una enfermedad que pueda controlarse mediante decisiones individuales; debe abordarse dentro del marco de los procedimientos oficiales y los principios científicos .
La notificación temprana, el aislamiento adecuado y la intervención rápida evitan el sufrimiento innecesario del animal y salvan vidas humanas.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Cuánto tiempo tardan en aparecer los síntomas de la rabia en los perros?
El tiempo que tardan en aparecer los síntomas de la rabia en los perros varía según el punto de entrada del virus al organismo, la profundidad de la mordedura y el estado inmunitario del perro. El período de incubación suele oscilar entre dos semanas y varios meses . Los síntomas tienden a aparecer antes en las mordeduras cerca de la cabeza y el cuello, mientras que pueden tardar más en las mordeduras en las extremidades traseras.
¿Cuáles son los síntomas iniciales de la rabia en los perros?
La rabia canina suele comenzar con síntomas vagos y leves . En las primeras etapas, se pueden observar inquietud inexplicable, retraimiento, disminución del interés en el dueño, cambios en el apetito y lamido excesivo. Estos síntomas suelen pasarse por alto porque pueden confundirse con otras enfermedades.
¿La rabia siempre provoca agresividad en los perros?
No. La rabia no siempre se manifiesta con agresividad. Algunos perros desarrollan rabia silenciosa (paralítica) . En esta forma, los perros pueden estar letárgicos, insensibles y apáticos. Incluso sin agresividad, la enfermedad sigue siendo mortal y contagiosa.
¿La espuma en la boca es siempre un signo de rabia en los perros?
Aunque la formación de espuma en la boca es común en la rabia , no toda la formación de espuma significa rabia . El envenenamiento, las convulsiones, las enfermedades bucales y algunos trastornos metabólicos también pueden producir una apariencia similar. Sin embargo, si la formación de espuma se acompaña de cambios de comportamiento y síntomas neurológicos, definitivamente se debe evaluar la posibilidad de rabia.
¿Los perros vacunados pueden contraer la rabia?
Los perros vacunados regular y correctamente tienen un riesgo extremadamente bajo de contraer rabia. Sin embargo, si el calendario de vacunación está incompleto o los registros de vacunación no son válidos, el riesgo no se elimina por completo. Por lo tanto, la vacunación debe ser regular y registrarse adecuadamente.
¿Es tratable la rabia en los perros?
No. No existe un tratamiento eficaz contra la rabia canina una vez que aparecen los síntomas. Después de esta etapa, la enfermedad casi siempre resulta mortal. Por lo tanto, el éxito en la lucha contra la rabia no se logra mediante el tratamiento, sino mediante la prevención y la vacunación .
¿Se puede realizar el seguimiento en casa de un perro sospechoso de tener rabia?
No. Un perro sospechoso de tener rabia no debe permanecer en interiores . Esto supone un riesgo significativo, tanto legal como de salud pública. En caso de sospecha de rabia, se deben seguir los procedimientos oficiales y aislar al perro.
¿Puede la rabia transmitirse de los perros a los humanos?
Sí. La rabia puede transmitirse de perros a humanos a través de mordeduras, contacto con la saliva y heridas abiertas . En humanos, la enfermedad es casi 100% mortal una vez que aparecen los síntomas. Por lo tanto, incluso la más mínima sospecha de contacto debe tomarse en serio.
¿Cuál es el primer paso si se sospecha rabia en los perros?
Se debe evitar el contacto directo con el perro, aislar al animal e informar inmediatamente a un veterinario y a las autoridades . En caso de mordedura o contacto con saliva, la persona afectada debe lavarse bien la herida con agua y jabón y buscar atención médica.
¿Es obligatoria por ley la vacunación antirrábica para los perros?
En muchos países y regiones, la vacunación antirrábica es un requisito legal . Los perros no vacunados con sospecha de rabia pueden estar sujetos a procedimientos más estrictos de cuarentena o eutanasia. Por lo tanto, la vacunación antirrábica es fundamental tanto desde el punto de vista sanitario como legal.
Fuentes
Organización Mundial de la Salud (OMS)
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)
Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH)




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