Enfermedades Comunes en Mascotas y Sus Síntomas
- VetSağlıkUzmanı

- 14 oct
- 24 Min. de lectura
Actualizado: 1 nov
Enfermedades infecciosas en gatos y perros
Las enfermedades infecciosas son una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en perros y gatos, especialmente cuando no están vacunados o su sistema inmunológico está debilitado. Estas enfermedades pueden ser causadas por virus, bacterias u hongos, y algunas de ellas incluso pueden transmitirse a los humanos (zoonosis). La prevención mediante vacunación y control veterinario es fundamental para proteger la salud de las mascotas y de toda la familia.

1. Enfermedades infecciosas más comunes en perros
Moquillo canino (Distemper): causada por un virus altamente contagioso que afecta los sistemas respiratorio, digestivo y nervioso. Provoca fiebre, secreción nasal, vómitos, diarrea y convulsiones. La vacunación temprana es la única forma de prevenirla.
Parvovirosis: enfermedad viral grave que causa vómitos intensos, diarrea hemorrágica y deshidratación. Es mortal en cachorros no vacunados. Sobrevive en el ambiente durante meses, por lo que la desinfección rigurosa es clave.
Leptospirosis: causada por bacterias del género Leptospira, transmitidas a través de agua o suelo contaminado con orina de animales infectados. Afecta el hígado y los riñones, y puede contagiarse al ser humano.
Hepatitis infecciosa canina: provocada por el adenovirus tipo 1, afecta principalmente el hígado. Los signos incluyen fiebre, vómitos, dolor abdominal y ojos opacos (queratitis).
2. Enfermedades infecciosas más comunes en gatos
Panleucopenia felina (Parvovirus felino): similar al parvovirus canino, causa fiebre alta, vómitos, diarrea severa y pérdida de glóbulos blancos. Altamente contagiosa entre gatos.
Leucemia felina (FeLV): enfermedad viral que debilita el sistema inmunológico y predispone a infecciones secundarias y cáncer. Se transmite por contacto directo, saliva o secreciones.
Inmunodeficiencia felina (FIV): conocida como el “SIDA felino”. Disminuye las defensas del organismo, provocando infecciones crónicas. No tiene cura, pero puede controlarse con cuidados y alimentación adecuada.
Rinotraqueítis y calicivirosis felina: forman parte del complejo respiratorio felino; causan estornudos, tos, conjuntivitis y úlceras bucales. Son prevenibles con vacunas anuales.
3. Prevención y control
Mantén vacunas al día según el calendario veterinario.
Evita el contacto con animales desconocidos o enfermos.
Limpia y desinfecta los objetos del animal regularmente.
Refuerza el sistema inmunológico con buena nutrición y visitas periódicas al veterinario.
La prevención es siempre más eficaz que el tratamiento. Las vacunas salvan millones de vidas animales cada año y representan la defensa más segura contra las infecciones más graves.
Enfermedades parasitarias externas (pulgas, garrapatas y ácaros)
Los parásitos externos son uno de los problemas más frecuentes en mascotas. Aunque a menudo se subestiman, las infestaciones por pulgas, garrapatas y ácaros pueden causar no solo picazón o irritación, sino también enfermedades graves y transmisión de patógenos. El control regular de estos parásitos es esencial para la salud de perros y gatos.
1. Pulgas (Ctenocephalides spp.)
Las pulgas se alimentan de la sangre del animal y se reproducen rápidamente, depositando huevos en el ambiente. Provocan picazón intensa, enrojecimiento, pérdida de pelo y, en casos de alergia, dermatitis alérgica por picadura de pulga (DAPP).Además, pueden transmitir Dipylidium caninum, una tenia intestinal que también puede infectar a los humanos.
Prevención:
Usa pipetas, collares o tabletas antiparasitarias recomendadas por el veterinario.
Lava regularmente las camas y mantas del animal.
Aspira y desinfecta alfombras y sofás para eliminar huevos y larvas.
2. Garrapatas (Rhipicephalus, Ixodes, Dermacentor)
Estos ácaros hematófagos se adhieren firmemente a la piel del animal para alimentarse. Además de causar irritación y anemia en infestaciones graves, son vectores de enfermedades peligrosas como:
Ehrlichiosis, que provoca fiebre, pérdida de apetito y sangrados.
Babesiosis, que destruye los glóbulos rojos, causando ictericia y debilidad extrema.
Anaplasmosis, que afecta el sistema inmunológico.
Prevención:
Revisa el pelaje tras cada paseo, especialmente en patas, orejas y cuello.
Aplica productos repelentes cada mes.
Mantén el jardín limpio y sin maleza, ya que las garrapatas se esconden en vegetación alta.
3. Ácaros (Otodectes, Sarcoptes, Demodex)
Los ácaros son microscópicos, pero sus efectos pueden ser devastadores.
Otodectes cynotis: causa la sarna del oído, generando picazón intensa, secreción oscura y mal olor.
Sarcoptes scabiei: responsable de la sarna sarcóptica, altamente contagiosa y con lesiones costrosas en la piel.
Demodex canis: provoca sarna demodécica, más común en cachorros o perros inmunodeprimidos.
Síntomas: rascado constante, piel enrojecida, costras y pérdida de pelo localizada.Tratamiento: incluye medicamentos tópicos, champús especiales y terapia veterinaria antiparasitaria prolongada.
4. Impacto en la salud general
Las infestaciones prolongadas de parásitos externos debilitan el sistema inmune, causan estrés, anemia y pueden transmitir enfermedades zoonóticas (a humanos). La clave es la prevención continua durante todo el año, incluso en invierno, y las revisiones veterinarias regulares.

Enfermedades parasitarias internas (gusanos y protozoos)
Los parásitos internos son una amenaza silenciosa para perros y gatos, ya que muchas veces no producen síntomas evidentes hasta que la infestación es severa. Estos organismos viven dentro del cuerpo del animal —en los intestinos, pulmones, corazón o hígado— y se alimentan de sus nutrientes o sangre, debilitando su sistema inmunológico y afectando su desarrollo general.
1. Tipos de parásitos intestinales más comunes
Nematodos (gusanos redondos): como Toxocara canis y Toxocara cati, son muy frecuentes en cachorros y pueden transmitirse de la madre a las crías. Causan diarrea, vómitos, distensión abdominal y pérdida de peso. Además, son zoonóticos: pueden infectar a humanos, especialmente a niños.
Cestodos (tenias): como Dipylidium caninum o Taenia spp., se transmiten por la ingestión de pulgas infectadas o presas crudas. Sus segmentos blancos son visibles en las heces del animal y provocan picazón anal, malnutrición y debilidad.
Anquilostomas (Ancylostoma spp.): se adhieren a la mucosa intestinal y succionan sangre, causando anemia severa, letargo y heces oscuras. En humanos, pueden provocar lesiones cutáneas conocidas como “larva migrans”.
2. Parásitos protozoarios
Los protozoos son organismos unicelulares que también pueden causar infecciones graves:
Giardia spp.: provoca giardiasis, caracterizada por diarrea mucosa, pérdida de peso y mal olor fecal. Se contagia por agua contaminada.
Coccidios (Isospora spp.): comunes en cachorros, causan diarrea acuosa, deshidratación y retraso en el crecimiento.
Toxoplasma gondii: más frecuente en gatos, causa toxoplasmosis, una enfermedad zoonótica que puede transmitirse a humanos (riesgo especial en mujeres embarazadas).
3. Diagnóstico
El diagnóstico se realiza mediante un examen coproparasitario (análisis de heces) bajo microscopio, que permite identificar huevos, larvas o quistes de parásitos. En casos complejos, el veterinario puede solicitar pruebas de sangre o imagen para detectar parásitos en órganos internos.
4. Tratamiento y prevención
Administración de antiparasitarios internos (fenbendazol, praziquantel, milbemicina, entre otros).
Desparasitación preventiva cada 3 meses o según el plan veterinario.
Evitar que las mascotas coman carne cruda o restos de basura.
Mantener el entorno limpio y eliminar las heces rápidamente.
Los parásitos internos pueden parecer inofensivos, pero reducen la calidad de vida y acortan la longevidad del animal. La prevención y los controles periódicos son la mejor defensa para mantener la salud intestinal y general.
Enfermedades respiratorias frecuentes en mascotas
Las enfermedades respiratorias afectan tanto a perros como a gatos y pueden ser causadas por virus, bacterias, hongos o alérgenos ambientales. Su gravedad varía desde simples resfriados hasta neumonías severas que ponen en riesgo la vida. La detección temprana y el tratamiento adecuado son esenciales para evitar complicaciones.
1. Enfermedades respiratorias en perros
Tos de las perreras (Traqueobronquitis infecciosa canina): causada por el virus parainfluenza y la bacteria Bordetella bronchiseptica. Se transmite fácilmente en lugares donde hay muchos perros (guarderías, parques). Los síntomas incluyen tos seca persistente, estornudos y secreción nasal.
Influenza canina: similar a la gripe humana, provoca fiebre, tos húmeda, decaimiento y falta de apetito. Se previene mediante vacunación anual.
Neumonía bacteriana: puede desarrollarse como complicación de infecciones virales. Provoca fiebre, dificultad respiratoria y letargo. Requiere tratamiento antibiótico y cuidados intensivos.
2. Enfermedades respiratorias en gatos
Complejo respiratorio felino: conjunto de enfermedades causadas por el herpesvirus felino (FHV-1) y el calicivirus felino (FCV). Los signos incluyen estornudos, tos, fiebre, secreción nasal y úlceras bucales.
Asma felina: de origen alérgico, se manifiesta por tos crónica, respiración con silbidos y dificultad para respirar. Se controla con broncodilatadores e inhaladores bajo supervisión veterinaria.
Rinitis y sinusitis crónica: suelen derivar de infecciones no tratadas. Los gatos con inmunodeficiencia felina (FIV) o leucemia felina (FeLV) son más vulnerables.
3. Factores ambientales y predisponentes
Exposición al humo del tabaco o aerosoles domésticos.
Corrientes de aire frío o cambios bruscos de temperatura.
Ambientes con exceso de polvo, moho o humedad.
Estrés y hacinamiento, especialmente en refugios o criaderos.
4. Prevención
Mantener las vacunas respiratorias al día (moquillo, parainfluenza, Bordetella en perros; FHV-1 y FCV en gatos).
Evitar el contacto con animales enfermos o desconocidos.
Proporcionar una ventilación adecuada y ambientes libres de humo.
Fortalecer el sistema inmunológico con buena alimentación y manejo del estrés.
Las enfermedades respiratorias pueden parecer leves al principio, pero si no se tratan, pueden derivar en complicaciones graves como neumonía o insuficiencia respiratoria. La prevención, junto con una atención veterinaria temprana, garantiza una recuperación rápida y reduce el riesgo de contagio en el hogar.

Enfermedades gastrointestinales y digestivas
El sistema digestivo de las mascotas es extremadamente sensible a los cambios en la dieta, infecciones, parásitos o intolerancias alimentarias. Las enfermedades gastrointestinales son una de las causas más frecuentes de consulta veterinaria y pueden ir desde cuadros leves hasta trastornos crónicos graves que afectan la absorción de nutrientes y la calidad de vida del animal.
1. Gastritis y gastroenteritis
La gastritis es la inflamación del estómago y puede ser aguda (por consumo de alimentos inadecuados, basura o tóxicos) o crónica (por enfermedades metabólicas o infecciones bacterianas).Los síntomas incluyen vómitos recurrentes, náuseas, pérdida de apetito y dolor abdominal. La gastroenteritis, en cambio, afecta tanto el estómago como los intestinos, provocando diarrea líquida o con sangre, debilidad y deshidratación. En casos graves requiere hospitalización y fluidoterapia.
2. Colitis
Inflamación del colon, causada frecuentemente por estrés, parásitos, intolerancias alimentarias o infecciones bacterianas.Síntomas: diarrea con moco o sangre, urgencia para defecar y pérdida de peso.El tratamiento incluye dieta blanda temporal, probióticos y medicamentos antiinflamatorios específicos.
3. Pancreatitis
Es una inflamación del páncreas causada por dietas altas en grasa, obesidad o ingesta de alimentos humanos. Es una enfermedad potencialmente grave.Síntomas: vómitos severos, fiebre, dolor abdominal, apatía y deshidratación.El tratamiento requiere ayuno controlado, fluidos intravenosos y dieta baja en grasa de por vida.
4. Síndrome del intestino irritable (IBS)
Trastorno funcional del intestino asociado al estrés y a intolerancias alimentarias. Los perros y gatos afectados alternan episodios de diarrea y estreñimiento, acompañados de flatulencia y pérdida de apetito.Una dieta rica en fibra y un ambiente tranquilo ayudan a reducir los síntomas.
5. Obstrucciones intestinales
Ocurren cuando el animal ingiere objetos extraños (huesos, juguetes, telas). Provocan vómitos persistentes, dolor abdominal, ausencia de heces y letargo. Es una emergencia veterinaria que suele requerir cirugía inmediata.
6. Enfermedades hepáticas y digestivas relacionadas
El hígado y el sistema digestivo están estrechamente conectados. La enfermedad hepática crónica o la insuficiencia biliar pueden manifestarse con síntomas digestivos persistentes.El veterinario puede indicar dietas especiales y suplementos hepatoprotectores.
Prevención:
Alimentación balanceada y adecuada a la especie.
Evitar sobras de comida humana.
Desparasitación intestinal regular.
Mantener una rutina estable y libre de estrés digestivo.
Enfermedades de la piel y del pelaje
La piel es el órgano más grande del cuerpo y un indicador directo de la salud general del animal. Las enfermedades dermatológicas pueden tener origen alérgico, parasitario, hormonal, infeccioso o ambiental, y afectan tanto la apariencia como el bienestar de las mascotas.
1. Dermatitis alérgica
Causada por hipersensibilidad a picaduras de pulgas, alimentos o sustancias ambientales (polvo, polen). Los síntomas incluyen picazón intensa, enrojecimiento, costras, pérdida de pelo y mal olor.El tratamiento se basa en eliminar el agente causante, usar medicamentos antihistamínicos o corticoides y mantener una buena higiene cutánea.
2. Infecciones bacterianas (piodermas)
Ocurren cuando bacterias como Staphylococcus aprovechan heridas o irritaciones para multiplicarse.Síntomas: pústulas, costras, olor fuerte y secreciones purulentas. Se tratan con antibióticos tópicos u orales y champús medicados.
3. Infecciones fúngicas (tiña o dermatofitosis)
Causadas por hongos del género Microsporum o Trichophyton.Afectan principalmente a gatos jóvenes y perros inmunodeprimidos.Síntomas: zonas redondas sin pelo, escamas y picazón.Son zoonóticas, lo que significa que pueden transmitirse a los humanos.Tratamiento: antimicóticos tópicos, orales y desinfección profunda del entorno.
4. Sarna (ácaros cutáneos)
Existen dos tipos principales:
Sarna sarcóptica (Sarcoptes scabiei): muy contagiosa, causa picazón intensa y lesiones costrosas.
Sarna demodécica (Demodex canis): no contagiosa, pero relacionada con deficiencias inmunológicas.El tratamiento incluye baños medicados, antiparasitarios sistémicos y seguimiento veterinario prolongado.
5. Dermatitis seborreica
Trastorno de las glándulas sebáceas que produce exceso de grasa y mal olor. Puede ser secundaria a alergias, dietas deficientes o enfermedades endocrinas. Se controla con champús seborreguladores y suplementos con ácidos grasos omega-3 y zinc.
6. Caída excesiva de pelo (alopecia no estacional)
Si la muda no está relacionada con la estación, puede indicar problemas hormonales (hipotiroidismo, Cushing) o deficiencias nutricionales. Es fundamental realizar análisis hormonales y ajustar la dieta.
7. Cuidado preventivo del pelaje
Cepillado regular para eliminar pelo muerto y estimular la piel.
Alimentación rica en ácidos grasos esenciales.
Control de pulgas y garrapatas todo el año.
Evitar baños excesivos con productos agresivos.
La mayoría de las enfermedades cutáneas pueden prevenirse con higiene, nutrición adecuada y controles veterinarios periódicos. Un pelaje brillante y una piel sana son señales de equilibrio interno y bienestar general.

Enfermedades cardíacas y circulatorias
El corazón y el sistema circulatorio son los encargados de bombear oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo. Cuando este sistema se deteriora, se afecta la energía, la respiración y, en última instancia, la esperanza de vida de las mascotas. Las enfermedades cardíacas son más comunes en perros mayores y en razas predispuestas genéticamente, aunque también pueden aparecer en gatos.
1. Tipos de enfermedades cardíacas más frecuentes
Insuficiencia cardíaca congestiva: es la forma más común de enfermedad cardíaca en perros. Se produce cuando el corazón no puede bombear sangre de manera eficiente, lo que genera acumulación de líquido en los pulmones o el abdomen.
Cardiomiopatía dilatada (CMD): afecta principalmente a razas grandes como el Doberman o el Gran Danés. El corazón se agranda y pierde fuerza de contracción.
Enfermedad valvular crónica: frecuente en razas pequeñas y mayores como el Cocker Spaniel o el Cavalier King Charles. Las válvulas del corazón se debilitan, permitiendo fugas de sangre y provocando soplos cardíacos.
Cardiomiopatía hipertrófica felina (HCM): la enfermedad cardíaca más común en gatos, especialmente en razas como el Maine Coon o el Ragdoll. El músculo del corazón se engrosa y reduce la capacidad de bombeo.
2. Síntomas
Los signos pueden pasar desapercibidos en etapas iniciales, pero incluyen:
Tos persistente o nocturna.
Dificultad para respirar o jadeo excesivo.
Intolerancia al ejercicio.
Fatiga rápida y debilidad.
Abdomen distendido o pérdida de peso inexplicable.
Desmayos o colapsos.
3. Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico se realiza mediante auscultación, radiografías torácicas, electrocardiogramas y ecocardiogramas.El tratamiento puede incluir:
Diuréticos: para reducir la acumulación de líquidos.
Vasodilatadores y medicamentos inotrópicos: para mejorar la función cardíaca.
Dietas bajas en sodio y suplementos con taurina y L-carnitina.El control veterinario periódico es esencial; un diagnóstico temprano puede prolongar la vida por años.
4. Prevención
Mantener el peso ideal.
Ejercicio moderado diario.
Revisiones cardíacas anuales en razas predispuestas.
Evitar el estrés y la exposición prolongada al calor.
El corazón sano depende tanto de la genética como del estilo de vida. Una rutina activa, alimentación balanceada y controles preventivos garantizan un sistema circulatorio fuerte y una vida más larga.
Enfermedades renales y urinarias
Los riñones desempeñan un papel vital en la eliminación de desechos y la regulación del equilibrio hídrico del cuerpo. Cuando su función se ve comprometida, se acumulan toxinas en la sangre, lo que afecta a todos los órganos. Las enfermedades renales y urinarias son comunes en gatos mayores y en perros de edad avanzada, pero con diagnóstico temprano pueden controlarse eficazmente.
1. Insuficiencia renal crónica (IRC)
Es una enfermedad degenerativa y progresiva. Con el tiempo, los riñones pierden su capacidad para filtrar la sangre.Síntomas: aumento del consumo de agua, micción excesiva, pérdida de peso, vómitos, aliento con olor a amoníaco y pelaje opaco.Tratamiento: incluye dietas renales especiales bajas en fósforo y proteína, fluidoterapia, control de la presión arterial y suplementos como ácidos grasos omega-3.
2. Insuficiencia renal aguda
De aparición repentina, puede ser causada por intoxicaciones (plantas, medicamentos, anticongelantes) o infecciones bacterianas. Es potencialmente reversible si se trata rápidamente, pero requiere hospitalización inmediata y tratamiento intensivo.
3. Infecciones urinarias (cistitis)
Las infecciones del tracto urinario son comunes, especialmente en hembras.Síntomas: micción frecuente, dolor, sangre en la orina y lamido excesivo del área genital.El tratamiento se basa en antibióticos y aumento del consumo de agua. En casos recurrentes, se recomiendan cultivos bacterianos para identificar la causa.
4. Urolitiasis (cálculos urinarios)
Los cálculos o “piedras” se forman por acumulación de minerales en la vejiga o uretra.Síntomas: dificultad o imposibilidad para orinar, orina con sangre y dolor intenso.En casos graves, puede requerir cirugía de emergencia. Las dietas terapéuticas ayudan a prevenir su formación.
5. Fallos renales relacionados con otras enfermedades
Enfermedades como la leptospirosis o el síndrome de Cushing pueden dañar los riñones si no se controlan. Por ello, las revisiones veterinarias regulares son esenciales, especialmente en animales mayores de 7 años.
6. Prevención
Agua fresca disponible en todo momento.
Dieta equilibrada y adaptada a la edad.
Evitar medicamentos sin receta y sustancias tóxicas.
Revisiones anuales con análisis de sangre y orina.
La salud renal y urinaria depende de la detección temprana. Una mascota diagnosticada y tratada a tiempo puede vivir muchos años más con una buena calidad de vida.
Enfermedades hepáticas y metabólicas
El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo, responsable de metabolizar nutrientes, eliminar toxinas y almacenar energía. Cualquier daño hepático puede comprometer múltiples funciones corporales y afectar gravemente la salud general de las mascotas. Las enfermedades hepáticas y metabólicas son comunes en perros y gatos, especialmente en animales mayores o con dietas inadecuadas.
1. Hepatitis y hepatopatía crónica
La hepatitis es una inflamación del hígado causada por infecciones virales, bacterianas o por la exposición a sustancias tóxicas. Cuando la inflamación persiste, se convierte en hepatopatía crónica, una condición irreversible.Síntomas: pérdida de apetito, vómitos, ictericia (color amarillento de ojos y encías), aumento de la sed, orina oscura y heces pálidas.Tratamiento: incluye dietas específicas bajas en grasa y proteínas, hepatoprotectores (como la silimarina o el SAMe) y control estricto de medicamentos para evitar sobrecargar el hígado.
2. Lipidosis hepática felina
Es una enfermedad grave en gatos que ocurre cuando el animal deja de comer por varios días. El cuerpo moviliza grasa hacia el hígado, provocando una acumulación excesiva de lípidos.Síntomas: anorexia, ictericia, vómitos, apatía y pérdida rápida de peso.Tratamiento: requiere alimentación asistida (por sonda) y terapia intensiva. Si se trata a tiempo, el pronóstico es favorable.
3. Colangitis y colangiohepatitis
Afectan los conductos biliares y el tejido hepático, especialmente en gatos mayores. Pueden ser bacterianas o inmunomediadas.Síntomas: fiebre, vómitos, ictericia y dolor abdominal.El tratamiento combina antibióticos, antiinflamatorios y dietas especializadas.
4. Enfermedades metabólicas asociadas
Diabetes mellitus: causada por deficiencia o resistencia a la insulina. Genera sed excesiva, orina abundante y pérdida de peso. Si no se controla, daña hígado y riñones.
Síndrome de Cushing (hiperadrenocorticismo): produce exceso de cortisol, provocando aumento del apetito, obesidad abdominal y debilitamiento muscular.
Hipotiroidismo: común en perros medianos y grandes; reduce el metabolismo, ocasionando aumento de peso, letargo y piel seca.
5. Prevención y diagnóstico precoz
Alimentación equilibrada y baja en grasa.
Evitar tóxicos (cebolla, medicamentos humanos, plantas venenosas).
Análisis de sangre anual para controlar enzimas hepáticas.
Mantener un peso corporal saludable y una rutina de ejercicio moderado.
Las enfermedades hepáticas y metabólicas pueden ser controladas si se detectan a tiempo. Un manejo nutricional adecuado y un seguimiento veterinario constante son la clave para una recuperación exitosa.
Enfermedades neurológicas y del sistema nervioso
El sistema nervioso controla todas las funciones vitales del cuerpo, desde el movimiento y la coordinación hasta el comportamiento y los reflejos. Las enfermedades neurológicas en mascotas pueden tener origen congénito, traumático, infeccioso, inmunológico o degenerativo, y requieren diagnóstico especializado.
1. Epilepsia idiopática
Es una de las enfermedades neurológicas más frecuentes en perros, especialmente en razas como el Beagle, Labrador o Pastor Alemán. Se caracteriza por convulsiones recurrentes sin causa estructural aparente.Síntomas: movimientos involuntarios, rigidez muscular, pérdida de conciencia, salivación excesiva y micción durante las crisis.Tratamiento: se basa en medicamentos anticonvulsivos (fenobarbital, bromuro de potasio) y seguimiento médico regular.
2. Hernia discal (enfermedad del disco intervertebral)
Común en razas pequeñas como el Dachshund o el Corgi. Ocurre cuando los discos entre las vértebras se desplazan y presionan la médula espinal.Síntomas: dolor intenso en la espalda, dificultad para caminar, parálisis parcial o total.Tratamiento: antiinflamatorios, reposo estricto y, en casos graves, cirugía neurológica. La fisioterapia es fundamental para la recuperación.
3. Síndrome vestibular
Afecta el sistema del equilibrio. Es común en perros mayores y puede confundirse con un derrame cerebral.Síntomas: inclinación de la cabeza, pérdida de equilibrio, movimientos oculares rápidos (nistagmo) y desorientación.Generalmente mejora con tratamiento sintomático y cuidados de apoyo.
4. Meningoencefalitis
Inflamación del cerebro y las meninges causada por virus, bacterias o reacciones inmunológicas.Síntomas: fiebre, convulsiones, rigidez del cuello, pérdida de coordinación y cambios de comportamiento.Requiere tratamiento urgente con antibióticos, corticoides y cuidados intensivos.
5. Trastornos degenerativos y congénitos
Algunas razas están predispuestas a enfermedades neurológicas hereditarias como la atrofia cerebelosa o la mielopatía degenerativa, que causan pérdida progresiva de la coordinación y la fuerza. No tienen cura, pero la fisioterapia y los suplementos neuroprotectores pueden ralentizar su avance.
6. Diagnóstico y prevención
Exámenes neurológicos completos, resonancia magnética (RM) o tomografía (TC).
Control de traumatismos: evitar saltos altos y caídas en razas pequeñas.
Mantener vacunaciones al día (el moquillo puede causar secuelas neurológicas).
Aporte de antioxidantes y ácidos grasos omega-3 para proteger las neuronas.
Las enfermedades neurológicas requieren observación constante y tratamiento especializado. Una detección temprana y el manejo adecuado pueden mejorar la calidad de vida y la independencia de la mascota durante muchos años.
Cáncer y tumores en mascotas: signos de alerta
El cáncer es una de las principales causas de muerte en perros y gatos mayores de 10 años. Aunque puede afectar a cualquier órgano, los más comunes son la piel, las glándulas mamarias, el sistema linfático y los huesos. La detección temprana es fundamental para aumentar las posibilidades de curación y mejorar la calidad de vida del animal.
1. Tipos más comunes de cáncer en perros y gatos
Tumores de piel: son los más frecuentes en perros. El mastocitoma y el carcinoma de células escamosas pueden ser benignos o malignos. En gatos, las lesiones por exposición solar prolongada (nariz y orejas) suelen transformarse en tumores cutáneos.
Cáncer mamario: común en hembras no esterilizadas. La detección de bultos en las glándulas mamarias requiere evaluación inmediata.
Linfoma: afecta el sistema linfático y puede causar inflamación de ganglios, pérdida de apetito y debilidad. Se trata con quimioterapia.
Osteosarcoma: tumor óseo agresivo, más frecuente en razas grandes. Provoca cojera, inflamación y dolor intenso.
Carcinoma oral o nasal: afecta encías, lengua o cavidad nasal. Dificulta la alimentación y la respiración.
2. Signos de alerta temprana
Presencia de bultos o masas que crecen rápidamente.
Pérdida de peso inexplicada y falta de apetito.
Heridas que no cicatrizan.
Sangrados anormales por nariz, boca o ano.
Tos persistente o dificultad respiratoria.
Cambio en el comportamiento o apatía prolongada.
Cualquier cambio físico o de conducta que persista más de dos semanas debe ser evaluado por un veterinario.
3. Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico se realiza mediante biopsia, análisis de sangre, radiografías, ecografía o tomografía.Los tratamientos disponibles incluyen cirugía, quimioterapia, radioterapia y, en algunos casos, inmunoterapia o terapias paliativas.En tumores benignos, la extirpación temprana puede ser curativa. En cáncer avanzado, el objetivo es mejorar la calidad de vida y reducir el dolor.
4. Prevención
Esterilizar a las hembras antes del primer celo para prevenir el cáncer mamario.
Evitar exposición solar excesiva en gatos y perros de piel clara.
Mantener una dieta equilibrada y rica en antioxidantes.
Realizar chequeos veterinarios anuales con palpación y análisis preventivos.
El cáncer ya no es sinónimo de muerte inevitable. Con detección temprana y un plan de tratamiento adecuado, muchas mascotas logran vivir años con buena calidad de vida.
Trastornos hormonales y endocrinos (diabetes, hipotiroidismo, Cushing)
El sistema endocrino regula funciones vitales como el metabolismo, el crecimiento y el equilibrio hormonal. Cuando este sistema se altera, se desencadenan enfermedades que afectan múltiples órganos y reducen la longevidad. Los trastornos endocrinos más comunes en perros y gatos incluyen la diabetes mellitus, el hipotiroidismo y el síndrome de Cushing.
1. Diabetes mellitus
Causada por una deficiencia de insulina (diabetes tipo I) o una resistencia a ella (tipo II).
En perros: es más común en hembras mayores y razas como el Caniche o el Schnauzer.
En gatos: suele asociarse a la obesidad y la vida sedentaria.Síntomas: sed y micción excesivas, pérdida de peso, apetito aumentado, aliento dulce y debilidad.Tratamiento: aplicación diaria de insulina, dieta controlada y revisiones periódicas de glucosa. Con control adecuado, el animal puede llevar una vida normal durante muchos años.
2. Hipotiroidismo
Común en perros de mediana y gran talla. Se produce por una baja producción de hormona tiroidea (T4).Síntomas: aumento de peso sin comer más, letargo, intolerancia al frío, pérdida de pelo, piel seca y ritmo cardíaco lento.Diagnóstico: análisis sanguíneo de niveles hormonales.Tratamiento: administración oral diaria de hormona tiroidea sintética. Es una enfermedad crónica, pero con tratamiento el perro recupera su energía y su calidad de vida.
3. Síndrome de Cushing (hiperadrenocorticismo)
Provocado por un exceso de cortisol debido a un tumor en la glándula pituitaria o en las glándulas suprarrenales.Síntomas: aumento del apetito, abdomen distendido, caída de pelo, sed y micción excesivas.Diagnóstico: pruebas hormonales (ACTH, cortisol), ecografía y tomografía.Tratamiento: medicamentos para regular la producción de cortisol o cirugía en casos seleccionados.
4. Otros trastornos endocrinos relevantes
Hipertiroidismo felino: exceso de hormona tiroidea en gatos mayores, que causa pérdida de peso, hiperactividad y taquicardia.
Insuficiencia adrenal (Addison): deficiencia de cortisol que genera debilidad extrema, vómitos y deshidratación. Es potencialmente mortal si no se trata.
5. Prevención y control
Mantener un peso corporal saludable.
Evitar alimentos con exceso de carbohidratos y grasa.
Revisiones hormonales anuales en mascotas mayores de 7 años.
Supervisión veterinaria ante cambios repentinos en apetito, sed o comportamiento.
Los trastornos hormonales requieren tratamiento de por vida, pero con un manejo adecuado y constante seguimiento veterinario, los perros y gatos pueden disfrutar de una vida larga, estable y saludable.
Enfermedades oculares y auditivas más comunes
Los ojos y los oídos son órganos delicados y esenciales para la calidad de vida de las mascotas. Tanto los perros como los gatos pueden sufrir una variedad de enfermedades oculares y auditivas, muchas de las cuales son prevenibles con limpieza regular y revisiones veterinarias.
1. Enfermedades oculares frecuentes
Conjuntivitis: inflamación del tejido que recubre el interior del párpado. Causa enrojecimiento, secreción, picazón y parpadeo constante. Puede ser causada por alergias, polvo, infecciones o cuerpos extraños.
Úlcera corneal: lesión en la superficie del ojo provocada por arañazos, golpes o cuerpos extraños. Produce dolor intenso, lagrimeo y sensibilidad a la luz.
Cataratas: opacidad del cristalino, común en perros mayores o con diabetes. Provoca pérdida progresiva de la visión y, si no se trata, ceguera total.
Glaucoma: aumento de la presión intraocular que daña el nervio óptico. Es una emergencia médica. Síntomas: ojo agrandado, dolor y pérdida rápida de visión.
Entropión y ectropión: malformaciones del párpado (hacia dentro o hacia fuera). Causan irritación, secreciones y daño corneal crónico. Se corrigen quirúrgicamente.
Prevención ocular:
Limpieza diaria de legañas y secreciones.
Evitar champús o productos irritantes cerca de los ojos.
Revisiones oftalmológicas anuales, especialmente en razas predispuestas (Cocker Spaniel, Bulldog, Persa).
2. Enfermedades auditivas frecuentes
Otitis externa: inflamación del canal auditivo, causada por bacterias, hongos o ácaros (Otodectes cynotis). Síntomas: rascado constante, mal olor, secreción marrón o amarillenta.
Otitis media e interna: complicaciones de otitis externa no tratadas. Pueden causar dolor intenso, pérdida de equilibrio o inclinación de la cabeza.
Sordera congénita o adquirida: común en perros blancos con ojos azules (como el Dálmata). También puede aparecer por edad avanzada o infecciones repetidas.
Cuerpos extraños (semillas, insectos): causan sacudidas constantes de la cabeza y dolor súbito.
Prevención auditiva:
Limpieza semanal con soluciones específicas recomendadas por el veterinario.
Mantener las orejas secas después de los baños o natación.
Revisar periódicamente los oídos, especialmente en razas de orejas largas.
El cuidado ocular y auditivo preventivo es sencillo y evita el 80 % de los problemas crónicos. La higiene constante y las revisiones tempranas son clave para preservar los sentidos más importantes de tu mascota.
Prevención, vacunación y medicina preventiva
La prevención es la base de la salud animal. Un programa de medicina preventiva bien estructurado puede reducir drásticamente la incidencia de enfermedades infecciosas, parasitarias y degenerativas, aumentando así la longevidad y bienestar de las mascotas.
1. Vacunación obligatoria y recomendada
En perros: moquillo, parvovirosis, hepatitis, leptospirosis, parainfluenza y rabia.
En gatos: panleucopenia felina, herpesvirus, calicivirus, leucemia felina y rabia.Los cachorros y gatitos deben comenzar el plan de vacunación entre las 6 y 8 semanas de edad, con refuerzos anuales según las recomendaciones del veterinario.
2. Desparasitación interna y externa
Interna: se realiza cada 3 meses para eliminar gusanos intestinales y protozoos.
Externa: incluye el control de pulgas, garrapatas y ácaros mediante pipetas, collares o comprimidos mensuales.Una desparasitación incompleta puede comprometer la salud del animal y de su familia, ya que muchos parásitos son zoonóticos.
3. Alimentación equilibrada y chequeos periódicos
Una dieta de calidad fortalece el sistema inmunológico y previene deficiencias nutricionales. Los chequeos anuales permiten detectar problemas hepáticos, renales o endocrinos antes de que se agraven.
4. Control del peso y ejercicio
El sobrepeso es un enemigo silencioso que reduce la esperanza de vida y provoca enfermedades cardíacas, articulares y metabólicas. Mantener un peso ideal mediante dieta balanceada y actividad física regular prolonga la longevidad.
5. Higiene y entorno saludable
Limpieza regular de comederos, bebederos y camas.
Evitar exposición prolongada al sol o al frío extremo.
Ventilar los espacios cerrados y controlar la humedad.
Baños mensuales con productos adaptados a la piel de cada especie.
6. Detección temprana de enfermedades
Realizar análisis de sangre, orina y heces una vez al año permite identificar alteraciones antes de que aparezcan síntomas clínicos. En mascotas mayores, los controles semestrales son imprescindibles.
7. Prevención de zoonosis
Vacunar, desparasitar y mantener una correcta higiene personal y del entorno reduce el riesgo de transmisión de enfermedades al ser humano, como la rabia, la leptospirosis o la toxoplasmosis.
La medicina preventiva es la inversión más inteligente que un propietario puede hacer por su mascota. Prevenir cuesta menos que curar, y garantiza una vida más larga, activa y feliz para cada compañero de cuatro patas.
Cuándo acudir al veterinario: signos de urgencia
Reconocer a tiempo una emergencia veterinaria puede salvar la vida de una mascota. Muchos dueños subestiman síntomas que parecen leves, pero que pueden indicar un problema grave que requiere atención inmediata. La rapidez con que se actúe ante estos signos es determinante para la recuperación y supervivencia del animal.
1. Dificultad respiratoria o jadeo excesivo
Si el perro o el gato respira con esfuerzo, abre la boca constantemente o emite ruidos extraños al inhalar, puede estar sufriendo una obstrucción, neumonía o edema pulmonar. La falta de oxígeno es una emergencia crítica y requiere intervención urgente.
2. Vómitos o diarrea con sangre
La presencia de sangre en el vómito o las heces es un signo de hemorragia interna, úlcera o intoxicación. También puede deberse a parvovirus, una enfermedad mortal en cachorros. No se debe esperar a que “se le pase solo”.
3. Pérdida del equilibrio o convulsiones
Las convulsiones recurrentes, la desorientación o la dificultad para mantenerse en pie pueden indicar epilepsia, intoxicación o un trastorno neurológico. En estos casos, el veterinario debe intervenir de inmediato para evitar daño cerebral.
4. Dificultad para orinar o defecar
La incapacidad para orinar es una urgencia, especialmente en gatos machos, ya que una obstrucción urinaria puede provocar fallo renal en menos de 24 horas. También deben considerarse emergencias las heces muy oscuras o con sangre.
5. Sangrado o heridas profundas
Cortes profundos, mordeduras o accidentes con sangrado abundante deben tratarse rápidamente para evitar infecciones y pérdida de sangre. La limpieza doméstica no es suficiente; se requiere sutura y medicación antibiótica.
6. Dolor intenso o llanto constante
Los perros y gatos no siempre expresan el dolor abiertamente, pero si se quejan, tiemblan o se esconden, algo grave puede estar ocurriendo. El dolor prolongado afecta el corazón y el sistema inmunológico, reduciendo la capacidad de recuperación.
7. Intoxicaciones
La ingestión de medicamentos humanos, productos químicos, alimentos tóxicos (como chocolate, cebolla o uvas) o plantas venenosas requiere atención inmediata. No se recomienda inducir el vómito sin indicación veterinaria.
8. Temperatura corporal anormal
Una temperatura superior a 40 °C o inferior a 37 °C puede ser señal de infección grave, golpe de calor o shock. Medir la temperatura rectalmente con un termómetro digital es una práctica útil en casa, pero cualquier alteración significativa requiere atención profesional.
9. Abdomen hinchado o duro
La distensión abdominal repentina puede indicar torsión gástrica (dilatación-vólvulo), una emergencia mortal que afecta sobre todo a razas grandes. Se caracteriza por vómitos improductivos y respiración dificultosa.
10. Envenenamiento por picaduras o contacto
Reacciones alérgicas graves por picaduras de abejas, serpientes o contacto con ranas venenosas provocan hinchazón facial, dificultad respiratoria y colapso. Requieren asistencia veterinaria urgente.
En resumen, ante cualquier cambio súbito en el comportamiento o en las funciones vitales, lo más seguro es acudir al veterinario. Actuar en los primeros minutos puede marcar la diferencia entre una recuperación total o una complicación irreversible.
Preguntas Frecuentes (FAQ)
¿Cuáles son las enfermedades más comunes en perros y gatos?
Las enfermedades más frecuentes incluyen parvovirosis, moquillo, leptospirosis, gastroenteritis, dermatitis alérgica, otitis, insuficiencia renal y artritis. En gatos son comunes la panleucopenia, la leucemia felina, el asma felino y las infecciones respiratorias.
¿Cómo puedo saber si mi mascota está enferma?
Los signos más comunes son pérdida de apetito, decaimiento, vómitos, diarrea, tos, fiebre, dificultad para respirar o cambios en el comportamiento. Cualquier alteración en sus hábitos normales es motivo para consultar al veterinario.
¿Qué síntomas indican una enfermedad grave?
Los síntomas de alarma incluyen fiebre persistente, vómitos con sangre, diarrea severa, dificultad para respirar, convulsiones, sangrados inexplicables y desmayos. Estos signos requieren atención veterinaria inmediata.
¿Cada cuánto tiempo debo llevar a mi mascota al veterinario?
Se recomienda una revisión general cada 6 a 12 meses. En animales mayores de 7 años, las revisiones deben realizarse al menos dos veces al año para detectar enfermedades relacionadas con la edad.
¿Qué vacunas son obligatorias para perros y gatos?
En perros: moquillo, parvovirosis, hepatitis, leptospirosis y rabia.En gatos: panleucopenia, rinotraqueítis, calicivirus y rabia. En ambos casos, los refuerzos deben mantenerse al día cada año.
¿Qué enfermedades pueden transmitirse de mascotas a humanos?
Las más comunes son la rabia, la leptospirosis, la toxoplasmosis, la sarna, la giardiasis y el Dipylidium caninum. Mantener la vacunación y desparasitación es clave para prevenirlas.
¿Cómo evitar que mi perro o gato tenga pulgas y garrapatas?
Usa pipetas, collares o comprimidos antiparasitarios de forma mensual. Limpia la cama del animal, aspira el hogar y revisa el pelaje con frecuencia, especialmente después de paseos o contacto con otros animales.
¿Qué debo hacer si mi mascota tiene diarrea o vómitos?
Suspende la comida por 12 horas (no el agua) y ofrece dieta blanda cuando mejore. Si los síntomas duran más de 24 horas o hay sangre, acude al veterinario para descartar parvovirus, infecciones o parásitos.
¿Cómo se diagnostican las enfermedades parasitarias internas?
Mediante un análisis coproparasitario (de heces), que identifica huevos o larvas. En casos graves, se realizan ecografías o análisis de sangre. La desparasitación preventiva cada 3 meses evita la mayoría de los casos.
¿Qué provoca la tos en perros y gatos?
Puede ser causada por infecciones virales (tos de las perreras, moquillo, calicivirus), parásitos pulmonares o alergias. Si la tos persiste más de tres días, se debe consultar al veterinario.
¿Por qué mi perro o gato pierde mucho pelo?
Las causas más comunes son muda estacional, deficiencias nutricionales, alergias, pulgas o problemas hormonales. Un análisis veterinario y una dieta con omega-3 y zinc ayudan a recuperar el pelaje.
¿Qué causa las enfermedades del corazón en las mascotas?
Pueden ser congénitas o adquiridas con la edad. La obesidad, la falta de ejercicio y la predisposición genética son factores de riesgo. Las razas grandes y los gatos mayores son los más afectados.
¿Cuáles son los síntomas de insuficiencia renal en mascotas?
Sed y micción excesivas, pérdida de apetito, vómitos, aliento con olor a amoníaco y debilidad. Es fundamental un diagnóstico temprano y una dieta renal específica para mejorar la calidad de vida.
¿Cómo puedo prevenir enfermedades digestivas?
Evita los cambios bruscos de alimento, no des sobras de comida humana y asegúrate de que tenga agua limpia. Las dietas equilibradas y la desparasitación regular mantienen un sistema digestivo saludable.
¿Qué hacer si mi mascota tiene una herida o sangra?
Limpia la zona con suero fisiológico y cubre la herida con una gasa estéril. Si la herida es profunda o sangra mucho, llévala al veterinario inmediatamente para sutura y antibióticos.
¿Las enfermedades de la piel son contagiosas?
Algunas sí, como la sarna sarcóptica y la tiña, que pueden transmitirse a humanos. Otras, como la dermatitis alérgica o la seborrea, no lo son. El diagnóstico veterinario es esencial para diferenciar los casos.
¿Qué debo hacer si mi perro o gato no come?
Si no come durante más de 24 horas, es un signo de enfermedad. Las causas pueden ir desde fiebre y dolor dental hasta fallo hepático o renal. Nunca lo fuerces a comer; acude al veterinario.
¿Cuáles son los signos de cáncer en las mascotas?
Bultos nuevos, heridas que no cicatrizan, pérdida de peso, sangrados, tos persistente o cojera. Cualquier masa que crezca rápidamente debe ser analizada mediante biopsia.
¿La obesidad afecta la salud de las mascotas?
Sí. El exceso de peso acorta la vida entre 1 y 3 años, favoreciendo la diabetes, las enfermedades cardíacas y articulares. La clave es una dieta controlada y ejercicio regular.
¿Por qué es importante la medicina preventiva?
Porque permite detectar y tratar enfermedades antes de que sean irreversibles. La vacunación, desparasitación y los controles regulares reducen el riesgo de enfermedades graves en más del 70 %.
¿Cuáles son las enfermedades respiratorias más comunes?
En perros: tos de las perreras, moquillo e influenza canina.En gatos: rinotraqueítis, calicivirus y asma felino. Todas son altamente contagiosas, pero prevenibles con vacunas.
¿Qué causa el mal olor en la boca de mi mascota?
La halitosis generalmente se debe a enfermedad periodontal, acumulación de sarro o infecciones en las encías. Un cepillado dental regular y limpiezas veterinarias anuales lo evitan.
¿Las enfermedades neurológicas tienen cura?
Depende de la causa. Algunas, como la epilepsia, se controlan con medicación. Otras, como la meningitis o las lesiones de médula espinal, requieren tratamiento intensivo y fisioterapia prolongada.
¿Cómo saber si mi mascota tiene fiebre?
La temperatura normal es de 38 a 39 °C en perros y gatos. Si supera los 39,5 °C, hay fiebre. Mide con un termómetro rectal digital y consulta al veterinario para determinar la causa.
¿Qué puedo hacer para mantener sana a mi mascota toda su vida?
Alimentación de calidad, vacunación, desparasitación, ejercicio diario, control del peso, higiene dental y revisiones veterinarias anuales. Además, brindar afecto y estabilidad emocional mejora su salud general.
Fuentes (Referencias oficiales)
American Veterinary Medical Association (AVMA)
World Small Animal Veterinary Association (WSAVA)
European Pet Food Industry Federation (FEDIAF)
Centers for Disease Control and Prevention (CDC)
Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH)
Mersin Vetlife Veterinary Clinic – Haritada Aç: https://share.google/XPP6L1V6c1EnGP3Oc




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